Pollo asado

[aljamod]

Pollo asado

– Una imagen basta para disparar mil sensaciones que desde siempre han estado en nuestro interior –dijo al ver aquella cabeza oscilando levemente–, pero a través de la historia han sido sistemáticamente sepultadas por miles de conceptos que ya no tienen sentido, y para la captación de esa imagen que hace las veces de disparador, es necesario estar en el momento justo y en el lugar correcto, es imprescindible estar aquí, ahora.

– Y yo estoy aquí y ahora –se dijo con una gran sonrisa.

Después del tercer amargo, Lucas entró a su casa a elegir un CD, y luego de colocar el “Dub side of the moon” en la bandeja de la compactera volvió a salir, termo y mate en mano, y se puso a observar unas nubes que se desplazaban hacia el sur y que al ir despejando el cielo, dejaban al descubierto las primeras estrellas.
Hacia el final del ocaso las lucecitas fueron surgiendo, lejanos soles desperdigados por el cielo que iban apareciendo de acuerdo a su brillo aparente.

Lucas se levantó y se dirigió hacia el interior de su casa, para segundos después volver con un almohadón en la mano y sentarse en la misma ubicación.
Había abierto ligeramente la ventana para que el sonido de la música se desplazara hacia el exterior, ya que como estaba sentado en el cerco del frente de su casa, y recostado en el muro de la medianera con su vecino, la música salía por la puerta y se oía como una bola de sonido. Pero como la mejora no le resultó significativa, decidió levantarse y dirigirse hacia el ventanal que daba a la calle, al pie del cual había un largo macetero.

Luego de colocar el almohadón sobre el frío cemento de junio se volvió a sentar, pero dando la espalda a los parlantes que apuntaban hacia el oeste y de frente a los paraísos que, en la manzana de en frente, apenas conservaban en sus ramas unas pocas hojas amarillentas, además de sus características bolillas.
Al sentarse de espaldas al sonido grave del bajo comenzó a percibir en la columna vertebral aquellas vibraciones que hacía algún tiempo no sentía, pero que solían proporcionarle placenteros masajes que le servían de estímulo.

Durante unos instantes su mente se desconectó de todo pensamiento que estuviera relacionado con pasado y futuro, y simplemente se dedicó a disfrutar de la música, de las caricias sonoras en su espalda, de la fresca humedad de la noche en su rostro, del sabor y el olor de la yerba y el cigarro, y del paisaje que se ofrecía ante sus ojos.
Fue recién entonces cuando pudo notar, perfectamente esculpida en la rama de unos de los paraísos, la cabeza de un cocodrilo que, hecha de ramitas, hojas, bolillas y vacío, parecía observarlo como acechándolo desde la otra orilla.

– Qué curioso –pensó–. Hace rato que estoy acá, y no la había notado. ¡Claro! No la vi por mi posición anterior, pero ahora, sentado aquí, la perspectiva cambió, y ha sido a consecuencia de ese cambio de ubicación que la he podido ver. Sí, es como le dije muchas veces a Lucía. Todo lo que percibimos depende de una infinidad de factores, y solemos tener, a causa de las experiencias vividas, perspectivas muy distintas aun de las cosas más simples y aparentemente elementales, tan elementales como lo son, al parecer, animales como los cocodrilos y los tiburones, los que evolucionaron hasta alcanzar la perfección y desde hace millones de años se mantienen sin experimentar cambios. Quizá el ser humano también llegó a la perfección, y en algún momento terminó perdiéndola, o puede que aún no la haya alcanzado. Me pregunto si no existirán más planetas como el nuestro, en los cuales vivan las mismas especies que en la tierra, pero cuya evolución no se haya dado de forma similar. Quién sabe, tal vez en otras galaxias existen planetas en los cuales los homínidos no sean la especie dominante, y quizás las civilizaciones han sido erigidas por cocodrilos o tiburones. Puede que en otros mundos seamos una especie en peligro de extinción y no, como dijo el agente Smith, un virus que por no saber adaptarse a su entorno destruye a las demás especies. Y vaya uno a saber si el planeta que muestra esa película no existirá en algún rincón lejano del Universo. De ser así, el dominio no lo ostentarían los humanos, los reptiles ni los escualos; estaría a cargo de máquinas, y por consiguiente, una especie del reino mineral. En ese mundo la supremacía sería del metal… ¡Vaya! ¡Qué curioso! ¡Sería casi como en nuestro planeta! ¡Qué desgracia! ¡Si por lo menos el metal dominante fuera el de Black Sabbath, Iron Maiden o Metállica! Supongo que en la mayoría de esos mundos existirán símbolos que sirvan para expresar el dominio sobre las demás especies, y en nuestro caso, se ha mantenido incambiado desde el comienzo de la historia.

– Así que esa cabeza de cocodrilo que se ve en la rama del paraíso –dice luego de otro mate– en otro mundo bien podría ser un símbolo. Uno más entre tantos otros como a los que se hace referencia en este disco que estoy escuchando, símbolos como el Si bemol que dio inicio a este disco y que también tiene una imagen que lo representa: una figura en la tablatura que, al ser ejecutada por un instrumento musical, también puede disparar sensaciones que desde siempre han estado en nuestro interior.

Lucas volvió a contemplar la cabeza del cocodrilo.
De pronto sintió en los huesos el frío de la noche de junio y su pensamiento se detuvo. Tomó el termo, el mate, el almohadón, la caja de cigarros y entró a su casa dispuesto a encender el fuego en donde asaría la carne para la cena.

Pasadas las diez de la noche puso el muslo sobre la parrilla, y en el momento en que se disponía a colocar la suprema, se dio cuenta que tenía forma de corazón.

– En algún rato solo será pollo asado –pensó.

Al darse vuelta vio una araña que bajaba hacia el respaldo del sillón y se preguntó cómo sería un planeta dominado por arácnidos, pero enseguida se arrepintió. Como por nada en el mundo querría imaginar un lugar así, mató la araña, se volvió hacia la estufa y se quedó contemplando el muslo y la suprema, que lentamente, empezaban a calentarse sobre la parrilla.


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[lucia]

¿Seguro que el mate era solo eso?

Por cierto, ¿de verdad existe incambiable? Es la primera vez que oigo la palabreja.

[aljamod]

¿Seguro que el mate era solo eso?

Por cierto, ¿de verdad existe incambiable? Es la primera vez que oigo la palabreja.

Bueno, no. No era solo mate. Ocurre que la yerba con la que suelo prepararlo, además de Ilex paraguariensis, contiene Tilo y Mburucuyá, entre otras hierbas calmantes.

No existe para la Real Academia. Es un modismo regional que tal vez, como ocurre a menudo, pase a engrosar los vocablos de nuestra hermosa y compleja Lengua.

Muchas gracias por comentar
Saludos

[EdriatoRamus]

Jope, me has echo pensar en un buen pollo asado, jugoso y tierno. Me a gustado el texto, voy a mirar mas!