Revoluciones (cuento breve)

[vlanka]

Era julio en Managua. Tenía como misión abrirme de las columnas del FSLN, para buscar medicamentos para nuestros heridos. El fusil pesaba en mi espalda; respiraba con dificultad un aire espeso bajo un sol que proyectaba a cada paso mi sombra enflaquecida.
Llegando al puerto me esperaría mi contacto para la provisión de remedios. Usaría algo para mi pierna herida, la muy “disgraciá” no dejaba de sangrar. Caminaba agazapada sobre un empedrado que calcinaba mis botas casi huérfanas de suelas. Aún así, bendecía mi lucha. Sobre todo porque la abuela Milagros me había hecho la señal de la cruz antes de unirme a las filas. “Dios me la bendiga m`hija”.
Unos pasos cercanos me hicieron esconder detrás de un tonel, asomé cautelosa enfrentando a un sol enceguecedor, empequeñecí mis ojos para mejorar la vista, entonces lo vi. No era usual ver un gringo por esos lados, y mucho menos vistiendo humildades. “Gringo, no son tiempos para venir a darse un baño de pobreza a estas tierras”, pensé.
Se detuvo a mirar el agua. Allí, por buen rato, quedaron anclados sus ojos marinos. El mar se hizo espejo; el mar se hizo triste; lo sé porque vi bajar las aguas y oscurecerse de un verde musgo.
Luego viró su cabeza hacia un horizonte izquierdo, y pude ver cómo brillaba su piel blanca bajo una lámina de sudor. Ahora no estoy muy segura si era sudor o era una lágrima, al caso era lo mismo, solo era agua y sal. Igualito al agua del mar.
Se alejó del lugar despacio, acomodando su pelo hacia atrás; secó el sudor o las lágrimas con algo que pretendía ser un pañuelo. Se alejó, se llevó con él toda respuesta a cualquier pregunta que yo hubiera querido hacerle.
Seguramente deseaba regresar a un lugar muy lejano, en donde las caderas de una mujer lo esperaban. Yo me levanté lentamente, caminé hacia el lugar opuesto, en donde también me esperaban: Los brazos de La Revolución.

Vlanka.

[lucia]

Entrecruzas las historias de forma muy personal y sin hacer renunciar a los protagonistas de sus ideales. Me gusta.

[vlanka]

Gracias Lucía. Me das ánimo para seguir escribiendo.

saludos.

Vlanka.

[Gavalia]

Pues la verdad es que si que me ha gustado. Y he sentido a la revolucionaria más allá de sus palabras. En cuanto a la historia, es tan corta, que dice todo aquello que quieras imaginar, supongo que por eso me parece buena

[Berlín]

entonces lo vi. No era usual ver un gringo por esos lados, y mucho menos vistiendo humildades. “Gringo, no son tiempos para venir a darse un baño de pobreza a estas tierras”, pensé.
Se detuvo a mirar el agua. Allí, por buen rato, quedaron anclados sus ojos marinos. El mar se hizo espejo; el mar se hizo triste; lo sé porque vi bajar las aguas y oscurecerse de un verde musgo.
Luego viró su cabeza hacia un horizonte izquierdo, y pude ver cómo brillaba su piel blanca bajo una lámina de sudor. Ahora no estoy muy segura si era sudor o era una lágrima, al caso era lo mismo, solo era agua y sal. Igualito al agua del mar.

con este párrafo me he rendido a tus pies. bienvenida al foro.

[vlanka]

Gavila y Berlín, muchas gracias por estos comentarios, y la cálida bienvenida al foro.
un saludo.

Vlanka.

"La única lucha que se pierde es la se abandona"...ya sea en el amor o en la guerra.

[sergiocossa]

Este hermoso cuento breve de Vlanka está inspirado en un relato mío de hace unos meses. Ese relato tiene mucho de biográfico.
Lo que escribió Vlanka es pura y desbordante imaginación. Y eso es lo valioso.

Este es el enlace al mío (nunca pensé, en ese puerto, que había alguien espiándome)

http://www.abretelibro.com/foro/viewtop ... 20&t=56361

¡Saludos!

[vlanka]

Yo lo busqué y no lo había encontrado, ya que aún me cuesta manejar este foro, porque me hubiera gustado pegar el cuento mío (imaginario) abajo del tuyo, (real)

abrazos.

Vlanka

[aljamod]

Está bueno, me gustó tu texto. Me recuerda un poco a mi época adolescente, en la cual algunos amigos hablaban mucho de Cuba, Nicaragua, El Salvador...

Por mi parte, y excepto las historias que ellos contaban, y que en verdad no recuerdo, no daba demasiado importancia a todo aquello. Mi "revolución" recién comenzaba a gestarse, y pasaba por otro lado; era más bien rebeldía, y vino de la mano de las letras del grupo vasco "La Polla Records", de los argentinos "Los Violadores", y de algunas bandas de rock de mi país, Uruguay.

Saludos vecina-hermana (aunque, gracias a quienes nos gobiernan, a veces no lo parece)

[vlanka]

Gracias, me alegro que te haya gustado, y es verdad que a causa de los que nos gobiernan, nos han separado. Pero lo importante es que nos reconozcamos como hermanos.

saludos
Vlanka. "los dolores que nos quedan, son las libertades que nos faltan"