País de nieve - Yasunari Kawabata
Moderadores: magali, Ashling, caramela
País de nieve - Yasunari Kawabata
País de nieve
Yasunari Kawabata
Título original: 雪国 [Yukiguni]
Nº de páginas: 176 págs.
Editorial: EMECE
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788496580893
Año de publicación: 1947
Año edición: 2013
Traductor: César Durán
El protagonista de la obra, Shimamura, un hombre rico de mediana edad, regresa tras una larga ausencia a la fría región llamada País de Nieve. Allí se reencuentra con Komako, una geisha que conoció en el pasado. La química, aunque escondida en una relación amistosa atípica, surge de nuevo entre ambos como ya lo había hecho tiempo atrás. Sin embargo, el tiempo ha hecho mella, y el Shimamura del presente dista mucho del apuesto hombre que la geisha conoció años atrás. De nuevo en el País de Nieve, Shimamura muestra un profundo desapego por la vida diaria, mostrando una actitud distante y cínica hacia todo lo que le rodea. El triángulo amoroso tan característico de las obras de Kawabata lo cierra Yoko, una joven misteriosa que ve como su vida se entreteje con la de los otros dos protagonistas.
En realidad, nos va narrando todos los encuentros entre Shimamura y Komako, el primero de ellos en forma de recuerdos y detalles. Pero el libro es mucho más, es una descripción de un Japón rural que se está perdiendo y que comienza a modernizarse, es el funcionamiento de las geishas, es el paso de las estaciones.
La prosa es espectacular, y el final no lo es menos. Muy recomendable, aunque a veces sea algo melancólico.
Editado por moderación (agosto, 2018)
Comentado en el club de lectura de diciembre de 2022: viewtopic.php?f=18&t=120586
Yasunari Kawabata
Título original: 雪国 [Yukiguni]
Nº de páginas: 176 págs.
Editorial: EMECE
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788496580893
Año de publicación: 1947
Año edición: 2013
Traductor: César Durán
El protagonista de la obra, Shimamura, un hombre rico de mediana edad, regresa tras una larga ausencia a la fría región llamada País de Nieve. Allí se reencuentra con Komako, una geisha que conoció en el pasado. La química, aunque escondida en una relación amistosa atípica, surge de nuevo entre ambos como ya lo había hecho tiempo atrás. Sin embargo, el tiempo ha hecho mella, y el Shimamura del presente dista mucho del apuesto hombre que la geisha conoció años atrás. De nuevo en el País de Nieve, Shimamura muestra un profundo desapego por la vida diaria, mostrando una actitud distante y cínica hacia todo lo que le rodea. El triángulo amoroso tan característico de las obras de Kawabata lo cierra Yoko, una joven misteriosa que ve como su vida se entreteje con la de los otros dos protagonistas.
En realidad, nos va narrando todos los encuentros entre Shimamura y Komako, el primero de ellos en forma de recuerdos y detalles. Pero el libro es mucho más, es una descripción de un Japón rural que se está perdiendo y que comienza a modernizarse, es el funcionamiento de las geishas, es el paso de las estaciones.
La prosa es espectacular, y el final no lo es menos. Muy recomendable, aunque a veces sea algo melancólico.
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Me gusta Kawabata. Mucho. En especial Lo bello y lo triste y La casa de las bellas durmientes. País de nieve me costó al inicio pero tiene pasajes impagables y esa manera de escribir tan pausada y melancólica de los japoneses...
Éste es uno de mis fragmentos favoritos...
Shimamura, presa del aburrimiento, se dedicaba a considerar distraídamente la palma de su mano izquierda, moviendo los dedos, y pensando al mismo tiempo que sólo aquella mano, la caricia de los dedos de aquella mano, había conservado un recuerdo sensible y vívido, un recuerdo cálido y carnal de la mujer con la que iba a reunirse. Porque la mujer en sí se desvanecía en su memoria a medida que él intentaba recordarla, sin dejar tras de sí nada a lo cual aferrarse, nada que retener. En todo su ser, únicamente aquella mano izquierda, con el recuerdo límpido, casi actual, de su contacto, parecía permitir a Shimamura el retorno al pasado.
Éste es uno de mis fragmentos favoritos...
Shimamura, presa del aburrimiento, se dedicaba a considerar distraídamente la palma de su mano izquierda, moviendo los dedos, y pensando al mismo tiempo que sólo aquella mano, la caricia de los dedos de aquella mano, había conservado un recuerdo sensible y vívido, un recuerdo cálido y carnal de la mujer con la que iba a reunirse. Porque la mujer en sí se desvanecía en su memoria a medida que él intentaba recordarla, sin dejar tras de sí nada a lo cual aferrarse, nada que retener. En todo su ser, únicamente aquella mano izquierda, con el recuerdo límpido, casi actual, de su contacto, parecía permitir a Shimamura el retorno al pasado.
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Ese fragmento justo es el que está en la contratapa de la edición que saqué de la biblioteca, y fue el que me convenció de sacarlo. Y es que, aunque lo tenemos en casa en una edición añeja, ¡no fuí capaz de encontrarlo!
Haidé, te va a encantar
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Mi fragmento favorito de Kawabata lo encontré en La casa de las bellas durmientes...
Recordé un beso de hacía más de cuarenta años. Con las manos posadas ligeramente sobre los hombros de la muchacha que estaba frente a él, acercó los labios a los suyos. Ella meneó la cabeza de izquierda a derecha.
- No, no, no lo haré.
- Ya lo has hecho.
- No, no, no lo haré.
Eguchi se frotó los labios y enseñó a la muchacha el pañuelo manchado de rosa.
- Pero si ya lo has hecho. Mira esto.
La muchacha cogió el pañuelo y lo miró de hito en hito, y después lo metió en su monedero.
- No, no lo haré – dijo, bajando en silencio la cabeza, ahogada por las lágrimas.
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- Fluflunio
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
Es tan soso como tragar nieve, la historia no va a ningun sitio y solo se salva algun que otro parrafo en el que se describe el paisaje con ese tipico estilo Japones tan poetico.
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
A mi también me gusta mucho Kawabata, pero antes que "Pais de nieve" prefiero "Lo bello y lo triste" o "El sonido de la montaña".
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
Fluflunio escribió:Es tan soso como tragar nieve, la historia no va a ningun sitio y solo se salva algun que otro parrafo en el que se describe el paisaje con ese tipico estilo Japones tan poetico.
Es cierto que la literatura japonesa, y en particular la de Kawabata es muy particular, a veces parece que no pasa nada, todo sucede de forma lenta, y el tono de la narración (esa textura de la prosa me refiero), va sigue el mismo camino, es como el caudal de un rio lento y fatigoso que deja una enorme huella a su paso ....
Dicho esto, Kawabata es uno de mis autores preferidos. Y País de Nieve uno de los libros de los que mejor recuerdo guardo, por las sensaciones que me dejó durante su lectura, por las sensaciones que me dejo después, cuando se reposa la lectura.
Pero es cierto que este tipo de literatura tiene tantos seguidores como detractores, al final es siempre cuestión de gustos.
Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
No sé.Fluflunio escribió:Es tan soso como tragar nieve, la historia no va a ningun sitio y solo se salva algun que otro parrafo en el que se describe el paisaje con ese tipico estilo Japones tan poetico.
Para mí el hecho de que vaya o no vaya a algún sitio no supone necesariamente algo malo. No creo que Proust o Conrad o Joyce o Kafka se destaquen precisamente por lo ajetreado de sus tramas. No es novela negra o la DragonLance, donde la acción es necesaria para el sentido de la obra.
Kawabata se mueve muy poco por fuera pero muchísimo por dentro. Y eso, si se hace bien, es magnífico. El principio de la obra ya es en sí una declaración de intenciones. Nosecuantas páginas analizando la belleza del reflejo en el cristal de la ventanilla del tren de una mujer. Reflexiones sobre el origen de la belleza y lo que el tiempo hace con ella. La vejez como una forma del desencanto. El erotismo no como una necesidad sexual sino como un motor que hace amanecer los días de los viejos. A mí todo eso me parece brillante.
Siempre se habla de que Kawabata analiza en sus libros la pérdida de las tradiciones y del antiguo Japón, pero los lectores estamos ahí para extrapolar las cosas, y este tipo es único a la hora de personalizar las pérdidas. Ese aroma melancólico es aplicable a la pérdida que cada uno quiera. Los seres humanos siempre estamos perdiendo cosas. Hay una cierta tendencia a la nostalgia, no carente de sentido del humor (o del humor negro), que nos define muy bien.
En los retratos que hace de las mujeres (teniendo en cuenta que hablamos de principios del XX), priman sensaciones sobre jerarquías. En ese sentido Tanizaki es mucho más brusco (o abiertamente despectivo) con el papel de las mujeres en el entorno. Recuerdo que me llamó la atención lo "muebles" que eran las mujeres que aparecían en Hay quien prefiere las ortigas (título precioso, además). Allí hay cuernos, infidelidades consentidas, huídas del hogar... pero la sensación de fondo para con la mujer es mucho menos respetuosa.
En País de Nieve, da la impresión contraria. Ella es una geisha, casi siempre algo borracha, consentida, caprichosa... pero él (y me refiero a Kawabata, no al personaje central) parece rendirle pleitesía en cada aparición. Prepara el territorio para acogerla desde cinco páginas antes, como si pusiera música en una velada romántica, y para cuando ella llega, el lector ya está nervioso perdido como un quinceañero enamorado.
Las primeras páginas son muy valientes, al menos estructuralmente hablando. Toda la primera parte está hecha practicamente de haikus. Aunque en la traducción eso se pierde un poco, se nota un cierto regusto por las imágenes y las frases cortas. Ese inicio es tan original y arriesgado como lo fue en su día el Perec de La Disparition donde secuetraba la letra e, o el Cohen de Bella del Señor con 47 páginas seguidas sin un solo punto y describiendo la vida de tres personajes a la vez.
Pero lo mejor de País de Nieve es que todo esto pasa sin que te enteres mucho. Te das cuenta luego. Lo que tú notas de buenas a primeras es una historia pequeña, triste, y tal vez algo ajena a ti... eso hasta que cierras el libro y notas que se te ha quedado a vivir una congoja diminuta que insiste en no separarse de ti cuando te subes al autobús.
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
No se podía explicar mejor. Al menos así lo veo yo también.Ivanovich escribió: Es cierto que la literatura japonesa, y en particular la de Kawabata es muy particular, a veces parece que no pasa nada, todo sucede de forma lenta, y el tono de la narración (esa textura de la prosa me refiero), va sigue el mismo camino, es como el caudal de un rio lento y fatigoso que deja una enorme huella a su paso ....
Con Lo bello y lo triste noté tanto esta diferencia con otros libros que leía que me costó adaptarme a este otro ritmo y manera de decir las cosas que tienen los orientales. Aunque me gustó.
Así que me animaré con algún otro seguro. Este tiene buena pinta.
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata
No te comas la nieve, Fluflunio : simplemente, observa cómo cae, siente la textura y el leve sonido de tus pies al caminar sobre ella y, sobre todo, ve cómo se derrite y se va... probablemente a ningún sitio, en eso te doy la razón (pero vamos, como todo y todos).Fluflunio escribió:Es tan soso como tragar nieve, la historia no va a ningun sitio y solo se salva algun que otro parrafo en el que se describe el paisaje con ese tipico estilo Japones tan poetico.
Sin una clara conciencia de la belleza, la muerte y la implacable fugacidad de todas las cosas es imposible penetrar en la literatura japonesa. ¡Qué digo!: en cualquier literatura.
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