Relato de los que se quedan en la memoria, intrigante y que genera desasosiego. A pesar de su brevedad, pero también en eso tiene su valor, consigue crear una intimidad complice con el lector y el tiempo de espera se dilata. Una vez mas nos quedamos con la duda de porqué y qué pasará para que nuestra mente vuele, imagine, haga símiles o ponga las cosas en su lugar, incluso con vivencias personales.
A mí Kafka no es que me guste mucho
, me cuesta mucho leerlo, en ocasiones me resulta complicado y no logro seguirle. Este no es el caso, pero sí es de sus textos en los que influye mucho el estado de ánimo con que se lee o recibe.
En cualquier caso, sorprendente relato por su brevedad y todo lo que transmite, y estupendo comentario
.