Si un día, para mi mal, viene a buscarme la parca

[PAZUZU]

Ismael conocía todos los sonidos de la mañana. A primera hora, cuando todavía el día no había ganado a la noche y el trozo de cielo que veía desde la ventana estaba pintado de añil, se conectaba la calefacción y el viejo radiador de su habitación crujía cuando el agua caliente entraba en sus entrañas, al rato, el bullicio de las camareras mientras preparaban las mesas del desayuno acompañaba el aroma de los cafés y de las tostadas que venían del comedor que estaba cerca de su habitación y, poco a poco, los pasillos se llenaban de sonidos cotidianos, de gente pasando, de voces rutinarias, hasta que las mujeres de la limpieza entraban en la habitación y los despertaban abriendo las cortinas y dejando que entrase la luz mientras daban unos alegres buenos días.
Ismael sabia que esta mañana la rutina no se cumpliría. Esta noche la muerte había visitado a Diego, su compañero de habitación. Siempre ocurría igual; en la habitación bajaba la temperatura y una sombra negra aparecía entre las dos camas. Una de las veces, Ismael, había mirado directamente al rostro descarnado sosteniéndole la mirada a esas cuencas vacías hasta que desapareció, por tanto sabia que a el no se lo llevaría nunca de esta forma…, no en estas circunstancias, pensó con una sonrisa.

Cuando entraron las mujeres de la limpieza y dieron los buenos días acompañado de un rutinario “¿como han pasado la noche?” Ismael se extraño de la perspectiva en que veía la escena y empezó a comprender lo que ocurría cuando se levanto Diego de la cama y Marisa, una de las mujeres de la limpieza, dijo:
- Venga Ismael, que hoy se te están pegando las sabanas -,
Esta vez no pudo sostenerle la mirada.

[lucia]

Si es que no somos nadie

[Nelly]

Da miedo solo pensarlo,....

[PAZUZU]

Nadie engaña a la parca
Gracias por los comentarios