Foro, que no blog, en el que escribir sobre todo lo que se os ocurra referente a libros que hayáis leído, o no, y sus autores. Somos afiliados de Amazon.
Título original: Christie Malry's Own Double-Entry
Traducción de Marcelo Cohen
Editorial: Libros del Silencio
Año edición: 2012
Publicación: 1973
Rústica 21 x 14 cm.
ISBN: 978-84-940156-2-5
208 páginas
Sinopsis:
Christie Malry es un joven humilde que ambiciona estar cerca del dinero del que carece. Por ello acepta empezar a trabajar como empleado bancario, pero el ambiente gris y asfixiante pronto le convencerá de que debe buscar nuevos escenarios en los que perseguir sus objetivos. Hacerse contable, su siguiente movimiento, no le acercará más al éxito, pero sí le hará descubrir la herramienta esencial para alumbrar la Gran Idea que dará sentido a su existencia: la contabilidad por partida doble, que Christie adoptará para hacer, literalmente, balance de daños y beneficios en su relación cada vez más turbulenta con un mundo que percibe injusto y despiadado, y contra el que se declara en guerra abierta.
Heredero de la mejor tradición satírica británica y deudor de las innovaciones de Laurence Sterne, B. S. Johnson logra ensamblar perfectamente la narración con su reverso: un cuestionamiento de las instancias narrativas que atraviesa todo el texto a mayor gloria de un humor ingenioso y chispeante que convive con la furia y la amargura más descarnadas. Tan lúdica y liviana como inteligente y provocadora, La contabilidad privada de Christie Malry representa una inmejorable puerta de entrada a la obra de un autor extremadamente singular y objeto de un culto creciente.
El autor nos dice a través de su protagonista que “Hoy la novela únicamente debería proponerse ser divertida, brutal y corta".
Y en efecto, este es un libro divertido en ocasiones y brutal en otros, incluso divertido y brutal a la vez; es un libro donde se aúnan la brevedad del relato y la sencillez de su lectura; un libro diferente en su forma; un libro donde los personajes son conscientes de vivir en una novela y que incluso charlan con el narrador, mientras que este no pierde ocasión de provocar al lector, de incitarle (las apariencias de los personajes se dejan totalmente abiertas a las preferencias del lector, incluso escenas tan apetecibles como los encuentros sexuales son expresamente confinados a la mucha o poca imaginación del quizás decepcionado indolente lector) y hasta de comunicarle sus disquisiciones acerca de la escritura de esta novela en particular como referente de la novela en general.
Abstenerse, por tanto, aquellos lectores que necesiten meterse en la historia o identificarse con algún personaje para poder disfrutar de su lectura... yo tampoco he disfrutado mucho, por otra parte.