Título: Narciso.
Autor: Max Aub.
Páginas: 74 (sin contar el prólogo).
Editorial: Denes Editorial
I.S.B.N.: 84-95802-37-6
El corpus teatral de Max Aub ha sido injustamente valorado, porque su obra dramática ha sido importante por si significación, por su estructura y por los elementos estilísticos que la configuran. "Narciso", perteneciente a su primera época, recibe el influjo de las corrientes estéticas que recorrían la Europa de los años veinte, los cuales Aub conjuga con una especie de teatro deshumanizado, que desemboca en un proceso de abstracción que rodea los personajes, los temas, la palabra y la acción y que busca el enfoque de los problemas en particular.
El "Narciso" de Max Aub es una pieza que hace falta identificarla con las producciones europeas de entreguerras, al estilo de Cocteau. Sin embargo, la principal fuente de inspiración del primer teatro aubiano fue Copeau. En este marco referencial hay que incluir "Narciso", obra ascética que sigue fielmente el concepto escénico del maestro parisino.
Narciso, en la obra teatral de Aub, según la profesora Silvia Monti, representa «el punto más alto en la búsqueda expresiva aubiana en el ámbito avantguardista»
Aub escribió "Narciso" como un ejercicio de recreación artística, con una formulación de carácter expresionista y a la vez como una crítica a la clase burguesa de la época. Utiliza para ello el drama clásico, las figuras mitológicas de Eco y Narciso, es decir, la pasión y el desprecio al amor. Eco y Narciso son a la vez la excusa que toma Aub para reflexionar sobre el drama humano del amor y, en un sentido social, sobre las contradicciones de clase.
Este título, a pesar de no ser el primero del corpus teatral del autor, abre una brillante carrera literaria dentro del género, que la profesora Silvia Monti constata como «una de las más destacadas de la dramaturgia española de la segunda mitad del siglo XX».