acabado
auténtico sorpresón esta novela. Durante el primer tercio de la misma no resulta ser sino otro libro más, un relato que pasará sin pena ni gloria para ser finalmente olvidado. Pero es a partir de ese momento que inicia un crescendo que alcanza su punto álgido en las últimas páginas. Para entonces, Calderón te ha llegado con unos personajes creibles y bien caracterizados que derrochan humor inteligente y un sinfín de sentimientos contrapuestos.
Así, Sarah Toledano es una mujer de fuertes convicciones, que no se arredra debido a su personalidad arrolladora. Cuenta con una peculiar afición por el whisky que le sirve como nexo con el mundo exterior, entre otras cosas. Siempre alerta y distante, acaba por quitarse esa máscara de desconfianza tan característica, llevándola finalmente a, como no puede ser de otra manera, un grado de vulnerabilidad que ni en pesadillas pretendía pero que era, a su vez, inevitable.
En cuanto a Heller, si algo se puede destacar es esa personalidad curiosa y bondadosa y cómo no, esa afición por cantarle a su auto para que dé los primeros pasos. Un hecho que podría resultar cargante y falto de gracia lo convierte el autor en otro punto más que nos acerca a los personajes de un modo irremisible.
Por supuesto, el relato cuenta con mayor variedad de personajes, pero Sarah (sin duda) y Lautaro son los principales.
Sin embargo, a pesar del gran nivel a que rayan los personajes, el punto fuerte de la novela es la trama. Pocos libros hay tan comprometidos con ciertas taras sociales como lo está éste. Poco a poco nos adentra en el conflicto palestino-israelí, el sometimiento (nunca mejor dicho) a que obliga el Islam, la cruel vida a que se ven abocadas las mujeres como consecuencia de los preceptos del Corán, ablaciones, lapidaciones e incluso
que es en base a lo que gira finalmente la historia como "tema estrella". De este modo, Calderón procura un retrato de la realidad árabe-judía que estremece, precisamente, por lo cierto de su relato. Tan cierto que, los datos que nos aporta el autor, son reales y ocurridos pocos años atrás. Es triste pero innegable.
cinco estrellitas para una novela negra, y repito NEGRA, que conmueve, alerta y da lugar a la esperanza en un género que se critica adolece de la enjundia que otros géneros supuestamente poseen. Pese a lo que muchos puedan pensar nunca será en vano el esfuerzo de un autor por otorgar brillantez y profundidad a una literatura que, por momentos, también se encuentra en crisis. Si algo caracteriza a esta obra es el compromiso de este escritor para con ella misma y sus lectores. Sí, esta literatura tan denostada cuenta con artífices del pensamiento que encontrarán enemigos por doquier en los ineptos, ignorantes y ciegos forzados. Pero los que gustan de observar la realidad, no cerrar los ojos y disfrutar con la lectura, tienen en esta novela una inmejorable ocasión. Gracias Calderón.