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El fútbol, los amigos y el cine son las partes más importantes de la vida de Simon Murray, posiblemente en ese orden. A pesar de estar solo, Simon es cauteloso en buscar más, y sus mejores amigos pierden la esperanza de que alguna vez encuentre a ese alguien especial con el que compartir su vida. Contra su voluntad, le llevan a rastras a una fiesta, donde Simon irrumpe en una conversación sobre fútbol y termina defendiendo el honor de la estrella Declan Tyler... sin saber que el atleta está presente y le está escuchando.
Como su familia, Simon disfruta viviendo en Melbourne, Victoria, el hogar del fútbol de reglas australianas y la Mecca de fans devotos. Ahí, los jugadores son considerados dioses y tratados como tales… hasta que alguna de sus acciones les hacen caer en desgracia públicamente. Declan está sufriendo un horrendo año de lesiones, y el público le reprende por ello, por lo que el apoyo de Simon es lo único rescatable en el caos de sus batallas. En ese primer y torpe encuentro, ninguno de los dos tiene idea alguna de que cambiarán la vida del otro para siempre.
Mientras Simon y Declan buscan a tientas construir una relación juntos, aún hay otro obstáculo en su camino: mantener la homosexualidad de Declan en secreto entre la intrusión de amigos bienintencionados y los cada vez más suspicaces medios de comunicación. Se dan cuenta de que nada permanece escondido para siempre… y saben que la situación será aún más complicada cuando se revela la vida privada de Declan. Declan estará forzado a hacer algunas decisiones difíciles que pueden tener como resultado que pierda o la carrera que ama o al hombre que desea. Y a Simon nunca le han conocido por hacer las cosas fáciles… ni para él mismo ni para los demás.
Llevo poquísimo pero sé que me va a gustar mucho, me ha conquistado con el primer capítulo, y eso que aún no ha salido Declan. El libro es en prmera persona desde el punto de vista de Simon y los personajes tienen mucho sentido del humor, he soltado alguna que otra risa .