La vie est brève et le désir sans fin
Editorial: Ediciones Destino, S.A.
Páginas: 319
Año: 2012
Precio: 19.50 €
Traductor: Ignacio Vidal-Folch
EAN: 9788423339204
Dejo enlace a un artículo de cuando le concedieron el premio Fémina http://www.espanol.rfi.fr/cultura/20101 ... ck-lapeyreLa Central escribió:Dos hombres enamorados de la misma mujer. Uno casado, en París, el otro soltero, en Londres. Louis Blériot es un individuo curioso, que vive un poco fuera del mundo que le rodea, y que se dedica a la traducción de prospectos técnicos, algo que le supone un insuficiente medio de subsistencia compensado por los sablazos a sus padres, sus amigos y su mujer. Murphy Blomdale es un financiero americano frustrado que vive en Londres. Un día, Blériot recibe una llamada que espera desde hace dos años, la llamada de Nora Neville, la mujer de la que sigue enamorado, la Nora indecisa, la Nora insaciable. Y a partir de ese momento ya no habrá vuelta atrás y ambos sufrirán los vaivenes de un amor que ocupa toda su vida y que les llevará a la tragedia...
Y un par de frases del dossier de prensa* que me parecen muy acertadas:
El planteamiento de la novela es bastante original, en mi opinión, ya que sabemos que se centra en Nora sin que lleguemos nunca a conocerla mas que a través de sus amigos y en Blériot. De Nora conocemos la fascinación que ejerce en los que le rodean, que se sienten atraídos como la polilla a la llama a pesar del riesgo de catástrofe y de Blériot esa vida disfuncional que le lleva a ser un inconformista conformista, un ser al que no le gusta la vida que lleva, pero tampoco está dispuesto a cambiarla y vemos como desciende en espiral hasta esos finales alternativos que, a fin de cuentas, no son mas que posibilidades para que elijamos el que prefiramos una vez se ha cerrado el ciclo autodestructivo.Como sonámbulos por pasillos paralelos, como amantes decimonónicos, Blériot y Blomdale viven su particular amor por Nora. ¿Cómo se puede estar al mismo tiempo abatido y feliz?
De las novelas francesas recientes, creo que es la única no de género que me ha gustado y eso que a veces la forma de entrecruzar personajes hace que esté muy cerca de esa literatura snob, tipo la Barbery, a la que le tengo tanta antipatía. Afortunadamente, Lapeyre esquiva la pedantería de la Barbery con bastante soltura
*Si lo queréis, os lo copio.