acabado
es ésta una novela que esconde mucho en su interior, pese a lo que pueda parecer por la portada y la sinopsis. Es, sin duda, novela negra disfrazada de literatura juvenil. Y en ese compendio de géneros que maneja, funciona a la perfección. No debe dar lugar a engaño que el libro lo protagonice una adolescente o que la mayoría de personajes que aparecen lo sean también. La historia que aquí se cuenta (y no me refiero a la trama de intriga) tiene una tremenda carga emocional y aborda temas muy serios y trágicos. Llega a hacer mención de varias patologías que finalmente no son mediante una buena técnica, que es a la vez original y efectiva, con lo que abarca un amplio espectro de problemas, algunos emergentes y otros atemporales.
Así, Hathaway trata más someramente aspectos como la bulimia, el bullying, las violaciones,los abortos, la narcolepsia o el suicidio. A pesar de que no tengan la relevancia que sí poseen otros dramas aquí reflejados, no dejan de ser constantes que pivotan en todo momento alrededor de los personajes y su historia. Y, por ello, no dejan de sentirse reales y acuciantes, como si esto no fuera sólo un relato. Y es que, en efecto, todo lo que aquí se cuenta es veraz y, en muchas ocasiones, desgarrador.
Tal es el caso de otros temas temas que se tratan con mayor profundidad, como es el de una enfermedad muy seria por todos conocida y que conlleva, a su vez, otros aspectos inherentes como son la soledad, el dolor por la pérdida, la culpa o la desesperanza en el mundo y lo que está por venir. En este punto, Hathaway refleja sin ambages la crudeza y el drama de lo que representa en nuestras vidas un hecho de estas características, extrapolable desde la persona de Sylvia a cada uno de nosotros.
En cuanto a la trama de intriga prevalecen dos caracterísitcas. La primera es que la base en que se sustenta es simple aunque adornada con un don del que hace gala la protagonista y que le otorga al relato esa parte sobrenatural un tanto atípica en el género. La segunda es que esta misma trama es lo de menos en esta novela, porque no se erige sino como hilo conductor de un drama que acapara todo el protagonismo de la historia.
Con relación a los personajes, no puedo sino extender mi admiración a Sylvia, Rollins, Mattie y compañía. Todos ellos tienen diversidad de matices e incluso al final no es sencillo juzgar lo que ocurre ya que se basa en la propia debilidad y dolor humanos. Del mismo modo, es reseñable ese otro dibujo que hace del sueño americano, tan distinto de lo reflejado en filmes e imaginado por todos nosotros, y tan cercano, al mismo tiempo, a la realidad posible de cada cual.
Si de algo me he dado cuenta en todo este tiempo es de que, entre otros tipos de distinciones (y dejando a un lado las excepciones), hay personas que padecen gran cantidad de infortunios y graves problemas en su vida, y otras que viven en un mundo de color de rosa, en el que sólo tienen constancia de tamañas desgracias cuando ven las noticias, dibujándose así como algo ajeno e irreal. Estas personas no hallarán nada en este libro. Les parecerá una historia más. E incluso, al igual que al ver las noticias, algo lejano y difícil de creer. Los que pertenezcan al primer grupo, en cambio, hallarán en este libro una historia trágica, mágica y ciertamente biográfica. Una historia dura que apelará a sus sentimientos más profundos, haciendo complicado en ocasiones retener las lágrimas.
cinco estrellitas para una gran novela negra que sorprende por lo inesperado de sus intenciones. Solamente puedo pensar que Hathaway lo ha pasado muy mal y tiene el talento para saber reflejarlo en las páginas de esta novela o que, sin conocer las desdichas que aquí se relatan, tiene aún mayor talento al hacer uso de una empatía que no conoce antecedentes. Sea como fuere, apela al dolor humano a través de una historia emotiva que engaña por su base con una dureza tan real como insoportable. Con "Sylvia" Hathaway ha logrado muchas cosas, todas muy buenas y diferentes a lo ya conocido. El corazón se desgarra en cada línea.