La intimidad de la serpiente - Luis García Montero

¿Qué es poesía? Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... ¡eres tú!

Moderadores: Tessia, lunallena

Responder
Avatar de Usuario
sergio,
Vivo aquí
Mensajes: 21441
Registrado: 14 Ene 2009 15:39

La intimidad de la serpiente - Luis García Montero

Mensaje por sergio, »

Imagen

Editorial: Tusquets editores.
Colección: Marginales (M 212).
ISBN: 978-84-8310-857-4
Fecha: Febrero 2003.
Páginas: 144 pág.
Cinco años después de Completamente viernes (Marginales 165), Luis García Montero ofrece a los lectores su nuevo y esperado libro, un título que, estamos convencidos, se convertirá en referencia obligada por la ambición y alcance de sus poemas y por la exigente elaboración de su lenguaje poético.

Desde la perspectiva que da la cuarentena —como sugiere el poema que abre el libro— y al hilo de una introspección nada complaciente, La intimidad de la serpiente se presenta como un repaso biográfico, moral y sentimental de un sujeto poético en el que el lector no tarda en reconocerse. En ese examen de conciencia brillan a veces con potente luz los destellos de la infancia o las iluminaciones de los ideales juveniles, pero los poemas se centran en los borrones y claudicaciones, íntimos y colectivos, que la Historia inmediata le ha dejado en herencia. Son versos que nos hablan también del presente, del desajuste y las contradicciones que siente el poeta ante los nuevos tiempos y sus valores, y de la necesidad de conciliar convicciones y renuncias para concebir «un destino soportable». La serpiente del árbol del bien y del mal se siente abandonada entre gentes que no quieren morder la manzana de los sueños.

Como contrapunto a las composiciones de brillante reflexión civil, aparece otra serie de poemas más breves en los que el lenguaje se convierte en argumento primordial. Unos y otros demuestran, en cualquier caso, el arte de García Montero para nombrar sentimientos complejos mediante objetos y escenas familiares (ese «idioma dormido de las cosas») y su apuesta por adentrarse en una expresión menos directa, donde la deslumbrante densidad de alusiones y sentidos sirve como nunca para relatar y relatarnos nuestra historia privada y colectiva.
1
Avatar de Usuario
sergio,
Vivo aquí
Mensajes: 21441
Registrado: 14 Ene 2009 15:39

Re: La intimidad de la serpiente - Luis García Montero

Mensaje por sergio, »

Lo he sacado hoy de la biblioteca, espero leerlo pronto.
Ya he visto por Internet que es odiado y querido a partes más o menos iguales. Yo he tenido que leer algunos poemas para clase y no me parecieron tan malos, no sé; a ver qué me parece uno entero.

Copio el primer poema:



CUARENTENA


Con qué ferocidad y a qué hora importuna

salen tus veinte años de la fotografía

para exigirme cuentas.

En los ojos heridos por la luz

sostienes la mirada de mis sombras,

en el descaro de tus profecías

desdeñas la lealtad de mis recuerdos,

en la piel transparente

anegas el cansancio de mi piel

y defines mis años por traiciones.



No escandalices más,

hablemos si tú quieres,

elige tú las armas y el paisaje

de la conversación,

y espera a que se vayan

los invitados a la cena fría

de mis cuarenta años.

Por evaporaciones,

como las aguas sucias de los charcos

se acercan a las nubes,

caminaré contigo

hasta la plaza de tu juventud.

Allí están los magníficos

árboles de las ciencias y las letras

con sus palabras en el mes de mayo,

y el orden de los números

a la orilla del tiempo,

más cerca de las sumas que de las divisiones.



Imagino tu voz, supongo el aire

-porque a veces regresa hasta mis labios

en noches de espesura-

con el que afirmarás

que toda libertad es una roca,

que no faltan el viento y las razones,

sino la voluntad en el timón,

para gritar después que mi conciencia

es ya ropa tendida,

palabras puestas a secar.


Tendrás razón. No digo

ni la mitad de lo que siento.

Pero recuerda que mi soledad,

la que arde en mi lámpara de desaparecido,

es el silencio de las causas públicas.

Y puedes comprenderme:

mis mujeres dormidas,

el cajón de los barcos indefensos,

un teléfono antiguo...,

todas las tachaduras se parecen

a la inquietud que sufres

ante la vida en blanco.



Ya que fuerzas mis sombras con tu luz

comprende mi silencio en tus exclamaciones.

Porque sabes que sé

el lado frágil de la impertinencia,

lo que hay de imitación en tu seguridad,

la certeza que llega de los otros

para empujarte

por el afán de ser el elegido,

por el deseo de gustar,

hasta vivir de oídas en muchas ocasiones.



Aceptaré las quejas, si tú me reconoces

la legitimidad de la impostura.



Ahora que necesito

meditar lo que creo

en busca de un destino soportable,

me acerco a ti,

porque sabías meditar tus dudas.

Cuando tengas la edad que se avecina,

admitirás el tiempo de los encajadores,

la piel gastada y resistente,

el tono bajo de la voz

y el corazón cansado de elegir

sombras de pie o luz arrodillada.



Después de lo que he visto y lo que tú verás,

no es un mal resultado, te lo juro.

Baja conmigo al día,

ven hasta los paisajes verdaderos

en los que discutimos,

y me agradecerás

la difícil tarea de tu supervivencia.
1
Responder