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Editorial: Anagrama Título original: House of Earth ISBN: 978-84-339-7888-2 Páginas: 272
Una casa de tierra, la única novela de Woody Guthrie, concluida en 1947 e inédita hasta el momento, es un crudo retrato del «Dust Bowl» norteamericano que, con sus tormentas de arena y su pertinaz sequía, agravó los devastadores efectos de la Gran Depresión de los años treinta. Con el lirismo y la autenticidad de las canciones del genial trovador folk, narra la historia de Tike y Ella May Hamlin, atrapados en unas condiciones económicas muy penosas, incapaces de pagar sus facturas o de ganar poco más que un dinero de subsistencia. Marido y esposa viven en una precaria chabola de madera en las áridas tierras de una granja de Texas y, como tantas otras parejas, sueñan con una vida mejor y buscan el amor y el sentido en un mundo corrupto. Tike anhela sobre todo una casa sólida que los proteja de los traicioneros elementos y, gracias a un folleto publicado por el Departamento de Agricultura del gobierno, aprende cómo construir una sencilla vivienda de adobe, edificada con sus propias manos y a prueba de fuego, de viento y de sequía. Una casa de tierra. Sin embargo, los campos en los que Tike y Ella May viven y trabajan no son suyos y debido a fuerzas que escapan por completo a su control, como los conglomerados de rancheros y los bancos, esa casa de adobe quedará dolorosamente lejos de su alcance.
Una casa de tierra, con su realismo rural y su activismo progresista, constituye en buena medida una pieza pareja a «This Land Is Your Land», el himno folk compuesto por Woody Guthrie. Es también una conmovedora evocación de Estados Unidos por uno de sus grandes artistas, un relato sobre la adversidad y la esperanza con el trasfondo de un paisaje natural y social devastado, en el que se aúnan la urgencia moral de John Steinbeck y la franqueza erótica de D. H. Lawrence.
Me toca empezar el capitulo 3, los capitulos son largos, así que queda medio libro.
Tengo sentimientos encontrados con este libro, hay cosas que me gustan y cosas que no. En la parte buena recalcaría que tiene ese sabor a tierra y ese aroma a clásico sureño que tanto me gusta. En la parte negativa diría que es un libro excesivamente descriptivo y excesivamente repetitivo. Aparte de que cuando relata algún encuentro sexual es muy muy aburrido y largo, me quedo mas con su critica social, alguna muy de actualidad hoy en día.
Me queda nada para terminar, me toca empezar el capitulo 4. Tal vez le haya cogido el ritmo al libro, me esta gustando mas. Aun así no es un libro que pueda gustar a todo el mundo, pasan muy pocas cosas y la cadencia es lenta. Tampoco hay muchos personajes, la mayor parte del tiempo son solo 2 personajes, a los que se le suma un tercero pasado el ecuador del libro. Sin embargo creo que retrata muy bien la desesperanza, la miseria, el dolor evadido a través de la burla y la ironía... Hay alguna parte estremecedora.
Terminado, me ha gustado, me ha dejado un gran sabor de boca. Hay algunas cosas que son tan actuales en nuestro entorno que da miedo,
la conversación del final entre Blanche y Ella May cuando hablan de porque no pueden construir su casa de tierra es magnifica, la catarsis final, donde finalmente le muestran la dura verdad a Ella. Por su parte Tike sigue a lo suyo, siendo ciego voluntariamente para no desmoronarse y poder seguir sonriendo.