Gladys Huntington
Editorial: Acantilado
Título original: Madame Solario
ISBN: 9788416011179
Páginas: 448
Ambientada en un hotel selecto de Cadenabbia, a orillas del lago Como, Madame Solario, cuya publicación estuvo rodeada de misterio durante más de veinte años, recrea el mundo de la belle époque antes de la Primera Guerra Mundial. Natalia Solario, una viuda joven, enigmática, de una belleza turbadora, y su hermano mayor Eugène, igual de distinguido pero más inquietante, irrumpen en una pequeña sociedad de veraneantes cosmopolitas y refinados. La aparición de los dos hermanos saca a la luz las convenciones de la flor y nata de Europa y América, así como la sutil frontera entre la moral y la amoralidad en un mundo a punto de desaparecer.
Todo, en el caso de la novela Madame Solario, resulta extraordinario, inesperado o desacostumbrado: la autoría de la obra, la temática de la misma y su espectacular éxito de ventas. Un verdadero caso literario, anterior en pocos años al también clamoroso de El Gatopardo, obra con la que Madame Solario comparte algún punto en común, aunque sólo sea el canto del cisne de una clase social, de un tipo de vida y de una época de esplendor aristocrático.
En 1956, el editor inglés Heinemann publicó la novela de forma anónima. El aura de escándalo que pronto rodeó a la obra la convirtió en un gran éxito. Marguerite Yourcenar, lectora apasionada de la misma, siempre tendrá dos ejemplares de Madame Solario en la biblioteca de su mesilla de noche. El gran anglicista Mario Praz informó puntualmente al público italiano sobre una obra que transcurría en un escenario de prestigio de la propia Italia: el lago de Como, lugar de veraneo de la alta sociedad de la belle époque.
En una atmósfera a lo Henry James, con un entramado de pasiones maquiávelicas y de ingenuidad escarnecida digno de Las relaciones peligrosas y narrado con la pericia de un maestro del suspense psicológico, la novela narra de forma incomparable las pasiones secretas que subyacen tras la hipocresía de la alta sociedad cosmopolita de los años de 1900, en un microcosmos aparentemente libre de obligaciones, pero regido por el más estricto código de las convenciones y de las apariencias.
Fuente y más información: Acantilado
Publicación: Septiembre 2014.