Me la he terminado de leer estos días. Casi prefiero esperar para comentarla cuando la vea representada, pero vamos, que me ha gustado mucho.
El primer acto me ha parecido especialmente bueno, una sátira de las conversaciones y discusiones que a menudo tenemos los humanos. Supongo que es un poco representación de los absurdo que tienen muchas de estás conversaciones.
klatubaradaniktó escribió:Entiendo que a este teatro se le llame 'del absurdo', pero a medida que leemos, nos damos cuenta de que en el fondo no hay absurdo, sino coherencia... y a medida que se prolonga la obra, eso se hace más patente... como se verá...
Pues me has quitado el comentario de los dedos.
Esta obra me ha resultado muy diferente de otras obras de teatro del absurdo que había visto/leído, y sin embargo se la considera una obra representativa de ese teatro. A mí esto me ha extrañado mucho.
Totalmente de acuerdo contigo. La obra es coherente, lógica y con una trama perfectamente estructurada. Salvo en el primer acto, en el que se refleja el absurdo de algunas conductas humanas, yo no he visto demasiado de eso. No la he visto muy diferente de otras obras más convencionales y en cambio la he visto bastante diferente de la idea que yo tenía del teatro del absurdo.
Es que si consideramos la transformación de los humanos en rinocerontes como algo absurdo, habría que considerar absurdas miles de obras convencionales. |
Una cuestión más de fondo que he visto en varios sitios y que tomo de la sinopsis que tiene el Centro Dramático Nacional en su web:
Rinoceronte, escrita por Eugène Ionesco en 1959 es una fábula dramática acerca de la propagación y aceptación social del totalitarismo.
Yo no estoy del todo de de acuerdo con esto.
Supongo que Ionesco escribió esta obra pesando en los totalitarismos fascistas y/o comunistas del siglo XX, pero yo creo que es algo mucho más universal. Yo lo he visto más como la propagación de ideas, la masificación y la aceptación por los hombres de todo tipo de ideas que se propagan rápido.
Esto no solo sirve para ideas totalitarias, salvo que consideremos el comportamiento social humano como algo totalitario.
No sé muy bien como explicarlo, pero todos somos un poco rinocerontes cuando aceptamos masivamente ideas como las modas, la economía, que El principito y el Quijote son buenas novelas o que la democracia es el sistema político menos malo.
Destripe ligero sobre la trama de la novela:
Creo que esta obra, más que una fábula acerca de la propagación del totalitarismo, es una fábula sobre la rebeldía ideológica. Al fin y al cabo, el protagonista es un hombre rebelde que se niega a aceptar lo que todos los demás ven claro, independientemente de que eso que ven claro sea totalitorio o no.
En la obra parece más o menos claro, o lógico, que es mejor ser humano que ser rinoceronte, es fácil ponerse en el punto de vista de Berenguer. Interpretando la obra como un alegato contra los totalitarismos, podríamos sustituir a los rinocerontes por nazis de los años treinta del siglo XX (por poner un ejemplo). Pero yendo un poco más allá también podríamos sustituir a los rinocerontes por ideas que cada uno de nosotros tenga asumidas como naturalmente buenas y que hayan sido socialmente aceptadas de manera masiva. |
Destripe gordo sobre el final:
El final de Berenguer, solo con su idea, es demoledor. |