Mirada inquieta (Ensayo)

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Rincon la fabrica
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Mirada inquieta (Ensayo)

Mensaje por Rincon la fabrica »

Ensayo escrito por Miguel Laguna Crespo y que consiste en la primera version del segundo capitulo del proximo libro "Profundidad, una historia salvaje de pensamiento"

Mirada inquieta (apuntes sobre la fricción de los pensamientos infantil y adulto)

Así se llama este segundo escrito, en el hablo de una de las impresiones que mas me obsesionaron hace pocos años, advierto de las muchas complicaciones que implica plantear este asunto, y de lo mucho que puede afectar a sensibilidades varias.
Ciertamente me gustaría saber, ¿quien no tiene una mirada inquieta sobre este mundo lleno de matices? y ¿quien no se desmenuza los sesos intentando acertar, descifrar, e incluso controlar el misterio en el que viven y se desenvuelven día a día?, muchas preguntas y pocas respuestas comunes. ¿Porque los días? ¿porque las noches?, ¿porque el porque?, como un niño que vuelve a su estado inicial para desintoxicarse de toda expresión vulgar y corriente, nos adentramos en la búsqueda inquieta de lo real, sobre todo a lo que compete a lo mas próximo de nuestra vida, desde el enigma de un ordenador personal, un automóvil, o el misterio de las telecomunicaciones en las que cada vez se configura mas nuestro mundo actual. Es quizás esto demasiado pretencioso para una persona concreta que se tira todo el día trabajando y luchando en esta vida, pero incluso en esa tesitura aparece la cuestión, ¿Cuál es el objetivo trascendental de mis labores? ¿A que esta dedicado el fruto de mi trabajo en la sociedad en la que me desenvuelvo? trabajo para comer, para pagar mis facturas, para realizarme en un sistema en el que crezco, produciendo en una lucha competitiva despiadada en la que los hombres no esperan ni perdonan, y al final si todo va “bien” tengo mujer, hijos y una jubilación a saber que edad, ese parece el proyecto que hemos construido, el que nos parece “natural” y en el que no sabemos cuanta influencia tendrán ciertas tradiciones, idearios y egoísmos de los hombres intermitentemente alejados de su destino divino.
Ideologías aparte no voy a entrar en el por que político de todo esto que sin duda es palpitante, sino que me gustaría reparar en el monstruo o ángel, por llamarlos de alguna manera, que estamos construyendo.
Me refiero a la locura cósmico urbana, nombre fuerte que incluso ahora me hace tambalear. Realmente durante mucho tiempo me obsesioné con esto, sufriendo consecuencias nefastas y esperanzadoras a la vez, una mente obsesiva puede resentirse, pero por otro lado bien fortalecida y con los pies en el suelo conseguiría encaminarse a un sendero que no tendría otro fin que el de encontrar la verdad, y por supuesto la verdad con todas las letras. En ese itinerario uno se topará con lo positivo y lo negativo, es mejor dejar esto último a un lado. Es muy posible que una persona haya de enfrentarse a este camino momentáneamente en soledad ordinaria, para poder absorber todas las escalas del hábitat urbano, aunque no es recomendable el total aislamiento debido a la posible pérdida de normalidad y de las demás relaciones humanas, pudiendo caer en un semi-autismo. Simplemente se trata de reflexionar, y el silencio es una manera muy interesante (tanto a nivel de meditación como en otro orden, el religioso la oración), sobre las consecuencias que nuestra sociedad, y su criatura impone. Esta fue mi obsesión durante algún tiempo.
Para un adulto e incluso para un hombre adoctrinado le resultara imposible reconocer esto, mas que nada porque podría caer en confiar mas en un conocimiento ya masticado en vez de haberse ocupado en cultivar su propio espíritu critico y al final sacar una serie de conclusiones. Aparte esta el compromiso con una u otra religión.
Y es que todo se trataba de desentrañar el por que no tanto de la naturaleza exterior, la que podríamos llamar la creación, la cual pese a tener crueldades a los ojos humanos goza con la virtud de existir antes que nuestra especie, y desde una óptica cristiana, es toda una manifestación de belleza creada por un hacedor perfecto. En este escrito nos preocuparemos mas del motivo de existencia de lo que hemos facturado los hombres, es decir, ciudades, pueblos y estructuras modernas (incluso a las antiguas podría referirse). Durante meses me esforcé en intentar descodificar la relación entre lo espiritual (con todas sus consecuencias tanto para lo sublime como para lo infernal) y lo metropolitano, y era posible ver retazos de esto en las construcciones urbanas. Solo una sensibilidad especial quizás tocada por la obsesión puede percibir esto, con lo que nos encontramos en una dicotomía, y una pregunta incómoda ¿es esta percepción de lo misterioso de las configuraciones urbanas una sensibilidad especial o un principio de brote sicótico?, difícil de averiguar, para un psicoanalista sería lo segundo, para un artista: la búsqueda insaciable de la belleza. Lo que esta claro es que el mundo que hemos fabricado esta ahí y todo funciona como un gran organismo multidimensional. Frente a una fría visión objetiva y materialista, en la que las ciudades son un muerto portador de una serie de sustantivos que simplemente nos hacen la dura vida mas fácil, yo voy a reivindicar una nueva visión de todo esto, quizás equivocada, en la que el urbanismo es un misterio conectado secretamente con el mas allá.
Comencemos por un análisis salvaje y primario, como el de un infante; primer punto, la procedencia de todo: podemos pensar que por ejemplo un cristal que cubre una ventana, proviene de la arena que antes fue cubierta por un mar, por lo que tendríamos una pizca de océano en nuestra casa en multitud de formas. También la electricidad, la luz y las ondas son descubrimientos modernos de los que nada sabían nuestros antiguos, aparentemente. Un nuevo molde, un nuevo “ser”, una nueva… ¿vida? Hay que reconocer como incluso gran parte de personas increyentes repiten frases como: “este u otro que juega a ser Dios”, aludiendo a procedimientos de terceros que aunque subrayan la legítima capacidad y necesidad del hombre de crear, quiebran los limites de la moral y de la ley natural, de los mandamientos de amor a Dios y al prójimo. Es llamativo como esas personas que repito, no creen, conocen y responden esa llamada de defender una verdad que igual no les ha sido revelada pero que llevan por dentro…
Volviendo al organismo multidimensional, lo llamo así puesto que la ciudad parece estar distribuida en estratos… con su cerebro, ojos, torrente sanguíneo y corazón, incluso hígado y riñón, como si sin darnos cuenta hubiésemos reproducido planteamientos anatómicos en la urbe, estética y funcionalmente, lo que da una dimensión a nuestras vidas. No se trata solo de un espectáculo expresionista sino de una nueva manera de visualizar las formas, de esto trata el segundo punto, ¿de donde viene en nuestra mente el conocimiento de las formulas geométricas? Puede que sea algo que llevamos impreso dentro, pero eso conllevaría la pregunta de que en nuestro interior conservamos el plan no se si de facturar lo que hemos hecho en los tiempos modernos pero en todo caso algo de trascendencia enorme (espero), si no, carecería de sentido ese conocimiento innato y sobresalido por el estudio de las ciencias y matemáticas. Hay quien dirá que esto es pecado del hombre por manipular lo natural a su antojo y adentrarse donde no debe, pero no. El hombre desde que se reproduce y multiplica necesita del progreso para subsistir, otra cosa es que haga daño a la naturaleza con lo que también se haría daño a si mismo. Desde una óptica justa sería espantoso pensar que nuestro egoísmo pueda llegar a deformar lo ya creado pero así ha pasado para bien inmediato y para mal quizás trascendente.
La gran, inevitable, perturbadora y terrible pregunta que cualquiera debe hacerse es, ¿acaso han esperado todos estos elementos en el fondo natural de la creación al momento cósmico en que todo se confabulara para que nuestros desconocidos conocimientos interiores a nivel de técnica etc, produjeran un increíble prodigio artificial? o por otro lado ¿hemos elaborado una torre de babel consecuencia de haber dejado de lado a Dios? o peor aun, ¿somos nosotros el instrumento de algún tipo de inteligencia oculta y no humana que busca con desconocido propósito manifestar su arcano proyecto? O cuidado, casi más horrible aun, y por supuesto más coñazo, ¿es todo una teoría conspirativa de tantas que hay o el germen de todas ellas?
Y claro otra pregunta incomoda: ¿es la evolución humana moderna poco menos que algo programado por potestades demoníacas que buscan someter al hombre dentro de un paraíso artificial de autodeterminación trascendental absoluta?
No hay que olvidar que gran parte de los científicos no excesivamente antiguos tenían convicciones religiosas e incluso esotéricas.
Por supuesto tiene mucho que ver el concepto mental de cada individuo, por ejemplo desde la visión cristiana habría dos o mas vertientes, pero yo voy a nombrar dos, una puritana entre comillas, que dirá que no hay causa de terror alguno pues todo esta bajo los ojos benignos del altísimo y por tanto la naturaleza es creación en la que todo ese bien es un culmen por decirlo de alguna manera, ignorando voluntaria y completamente que existen enfermedades, problemas y justificando todo mal de la realidad en torno a un pensamiento pseudo-mágico. Mas que visión benevolente diría que es pacata y en momentos infantil. Esto por supuesto es incapacidad para ver el mal, lo oscuro… y lo digo no por falta de fe en un Dios bueno y su providencia camino y creación, sino porque esos individuos en una falta total de espíritu critico, apartan lo que no les gusta y desagrada y todo lo que sea feo, anormal o diferente a nuestro examen es marginado pensando que no es bueno. En esto esta toda la parte oscura que no mala de la creación, como los volcanes, las profundidades abisales, los excrementos, la noche que me encanta, las tormentas, las batallas animales etc, que son necesarias pero que a menudo provocan desastres naturales incluso para el hombre y ahí esta el conflicto, aunque siempre se vio el desastre natural como causa de la injusticia de los hombres habrá que pensar cuantas situaciones escabrosas habrán sucedido que contradigan ese dogma de nuevo entre comillas. Tercer punto: ser honestos siempre. Y luego hay otra visión cristiana mas realista que si bien acepta la total bondad del todopoderoso reconoce el problema del mal, concepto en el que no estoy muy puesto pero que deduzco se refiere a la parte violenta de la naturaleza, especies que se alimentan de otras etc. Esta óptica se me antoja mucho mas profunda, rica y asentada pero como decía antes el problema de un león devorando a su presa no seria tan preocupante a escala cósmica, pero de nuevo otro problema, ¿cual es la escala cósmica que deberíamos seguir sin perder a Dios del centro?
Porque es que hasta el nombre “artificial” tiene miga, si bien contamos que la vida en la Tierra nace por designio de Dios y que este mismo señor es vida y amor, nos topamos en que una ciudad moderna por ejemplo sería hasta una especie de super zombie que produce criaturas de metal llevadas a un movimiento, un funcionamiento, pero no una vida. Aprovecharíamos los componentes naturales de la tierra para crear objetos que ayuden o colmen nuestras necesidades de supervivencia, comodidad, amor, compañía y todo tipo de deseos, pero la vida la seguimos teniendo nosotros, aunque la ciudad seria repito, un súper escenario funcional en el que proyectar nuestros conocimientos geométricos y ciertas señales herméticas de profundísimo origen
Yo personalmente creo en este aspecto, que los procedimientos naturales son un misterio y casi mejor dejarlos ahí teorizando lo justo sin interrumpir su estudio científico e incluso teológico si queremos.

En fin, recuerdo un amigo que me dijo “teorizar a Dios es una blasfemia”
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lucia
Cruela de vil
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Re: Mirada inquieta (Ensayo)

Mensaje por lucia »

Me he quedado en la mitad. El estilo no me gusta y la redacción adolece de pulcritud (especialmente la forma) y la claridad de exposición necesaria para seguir el hilo sin problemas.
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