Edición de 23 escalones
Saco de huesos escribió:"Pesadillas de un niño que no duerme" es una recopilación de relatos articulados en torno a dos ejes: el terror onírico -la pesadilla- como terreno fértil para la fantasía oscura y la admirativa mirada infantil como motor para lanzarse a la creación y al ejercicio de fabular historias.
De algún modo, son dos aspectos que andan siempre entrelazados, que se mezclan sin permitirse fronteras demasiado definidas. Si las atmósferas sombrías e irreales que encontraremos en algunas de las historias parecen remitirnos inequívocamente al reino de los sueños, no es menos cierto que lo hacen también porque adoptamos en cierta medida el contemplar cómplice que se deja seducir que desde niños brindamos a nuestro entorno, sea a un cuento de campamentos, a una leyenda pergeñada por un compañero de la escuela o, simplemente, al viejo caserón de los bisabuelos allá por Binacua.
Recíprocamente, el impulso creador incontenido al que nos sometemos durante el sueño, donde nuestra fantasía se desboca siguiendo extraños senderos que se bifurcan, está íntimamente emparentado con el afán infantil de remodelar lo conocido bajo nuevos ángulos. Se podría decir, quizás, que los niños se permiten soñar durante la vigilia, y no es raro, sobre todo cuando son pequeños, que esos sueños "controlados" se subleven asustando incluso a su domador.
Con un hilo conductor tan mudable, es comprensible que los relatos aquí recogidos bajo el título genérico de "Pesadillas de un niño que no duerme" oscilen entre la fantasía más surreal y el realismo más perturbador, a veces mezclándose ambos extremos sin solución de continuidad, pues -lamentablemente- el mundo de las pesadillas no se restringe a lo fantástico y -afortunadamente- somos una generación habituada a navegar entre ambos mares sin cambiar de barco.
Esta antología resultó finalista del Premio Rejadorada.