Tuvieron todo el poder. Condujeron a España a cotas de modernidad jamás alcanzadas. Sin embargo, el desgaste sufrido a partir de 1993, el acoso político y mediático, los casos de corrupción y las divisiones internas oscurecieron la labor de gobierno del PSOE, e hicieron que se olvidase demasiado a la ligera la transformación de la sociedad española que impulsaron los socialistas. Aunque hubo conquistas hoy irrenunciables, no todo fue un camino de rosas entre 1982 y 1996, y hasta ahora no se habían iluminado suficientemente las zonas oscuras.
Este libro pretende ser una aportación decisiva para la comprensión de lo que significó aquella etapa en la historia de nuestro país. Los dirigentes más notables del Partido Socialista hablan en estas páginas con una sinceridad nunca antes manifestada, en una especie de monólogo introspectivo, de los logros, fracasos y disensiones de los años en los que gobernaron España.
Pues eso, María Antonia Iglesias se dedicó a recoger los testimonios de los protagonistas de esa etapa, y vaya si lo hizo: más de mil páginas, y al único que se hecha de menos es a Miguel Boyer (que no quiso "comparecer").
El sesgo es obvio, y más si tenemos en cuenta que Iglesias fue directora de los servicios informativos de TVE durante la etapa socialista, pero lo verdaderamente importante del libro para mí es la comprensión del funcionamiento de un gobierno, la relación con el partido, con las instituciones, cómo cambiaron las cosas esos 14 años... Y sobre todo, la relación entre Alfonso Guerra y Felipe González, que simbolizan las dos maneras de ver la izquierda en aquel momento: la que miraba al pasado y la que miraba a Europa.