Los enemigos de los libros - William Blades

Incluye ensayos, divulgación, pensamiento, crítica...

Moderador: Pseudoabulafia

Avatar de Usuario
Arden
Vivo aquí
Mensajes: 21973
Registrado: 28 Oct 2008 08:59

Los enemigos de los libros - William Blades

Mensaje por Arden »

Imagen

Blades, William.
Los enemigos de los libros: contra la biblioclastia, la ignorancia y otras bibliopatías.
Prólogo de Andrés Trapillo;
epílogo de Javier Jiménez;
traducción y notas, Amelia Pérez de Villar.
Madrid: Fórcola, 2016.
Páginas: 136 p., [4] f. de làm. (Periplos; 20).
ISBN 978-84-16247-55-4.
16,50 €.
William Blades (Londres, 5.12.1824-27.4.1890), impresor, bibliógrafo y coleccionista de libros antiguos, grabados y medallas, aprendió con su padre el oficio de impresor a partir de 1840 y más tarde fue su socio en la empresa Blades, East & Blades.

Interesado por la historia de la imprenta, estudió a fondo los inicios de la impresión en Inglaterra y especialmente la vida y la obra del primer impresor inglés, William Caxton (c. 1422-c. 1491); estudió con rigor los alrededor de 450 volúmenes que éste imprimió, y publicó diversas obras sobre él.

En 1880, se editó The enemies of books, obra que adquirió gran popularidad y de la que se hicieron muy pronto diversas ediciones: seis entre 1881 y 1886, una –revisada y ampliada– en 1888, una en 1896 y otra en 1902.

Andrés Trapiello, del Prólogo

Para el impresor y bibliómano británico William Blades, los enemigos de los libros son muchos, pero muy identificables, y cual Porfirio moderno, dedica estas páginas a catalogarlos exhaustivamente: aparte de los elementos naturales, como el fuego, el agua, el gas y el calor, el polvo y las plagas, hay otros enemigos intangibles, pero igualmente dañinos, como la ignorancia y el fanatismo. Aunque la mayor amenaza a lo largo de la historia han sido, y posiblemente sean aún, las mañas y malas artes de los bibliópatas, la torpeza de los encuadernadores y la avaricia de vendedores y coleccionistas, a los que Blades muestra especial inquina: si bien se hacen llamar «bibliófilos», deberían ser catalogados como «los peores enemigos de los libros».
Tiene muy buena pinta :lista:
Responder