Como decía, libro terminado, y mis impresiones finales son un poco como el resto. Yo no diría que me ha decepcionado, ni que no me haya gustado, un poco ya era lo que me esperaba. Tenía claro antes de empezarlo, que difícilmente superaría el nivel de los dos anteriores, y más teniendo en cuenta las circunstancias personales del escritor en el momento de escribirlo.
Un poco, es lo que comenta Lifen, yo también creo que se le nota mucho el estado psicológico del momento que estaba pasando Peake con todo lo de la enfermedad. Todo ese negativismo no creo que sea casual, ni gratuito. Pero no es ese el punto que me ha gustado menos o el culpable de que se me haya hecho más cuesta arriba la lectura en esta ocasión. Yo también apuntaría como posibles causas a esa escritura errática que comenta Gabi, yo creo que esa es la palabra que mejor lo define. Es ese caos que lo envuelve todo, que no te deja situarte en ningún momento, es una lectura que te pilla descolocado de principio a fin. Hay muchos momentos inconexos, hay poca coherencia, no hay una estructura firme y para rematarlo todo, tampoco hay demasiadas referencias temporales…o sea, es una historia narrada a trompicones, como si lo que importara es mostrar un estado de ánimo más que el contar una historia con pies y cabeza. No sé si me explico demasiado bien, pero esa es la sensación que me ha dado en todo momento.
Esto por un lado, pero además hay otros puntos que hacen que esta tercera novela, esté bastante por debajo de sus antecesoras. Me refiero, sobretodo, a los personajes, y es que por mucho Titus que sea, no tiene ni punto de comparación con el emblemático y carismático Pirañavelo, ni incluso aguanta la comparación con los otros personajes, más secundarios, ni con Fucsia, ni con Sepulcravo, ni Excorio, ni la Tata, ni la condesa, ni Prunescualo, ni si me apuras, tan siquiera Bergantín!! Titus se me hace un personaje mediocre para darle el honor de ser el personaje principal de la historia, y creo que la novela se resiente de ello, y mucho. Da la sensación de que Peake quiere crear un anti-héroe antológico y le ha salido un pelmazo toca-narices de un par, más raro que un gato verde, y con muchos defectos y pocas virtudes.
Los demás personajes nuevos, no empiezan mal al principio de la novela, pero con el discurrir de la historia, van perdiendo peso e incluso quedan diluidos, Trampamorro o Juno son un claro ejemplo de ello. Trampamorro, es un personaje que al principio promete mucho y al final ya no sabes muy bien qué es lo que pinta en la historia. Juno, otro tanto, juega un papel más de comparsa que otra cosa. En fin, por lo menos nos quedan algunos personajes, que aunque aparecen menos, sí que me han gustado más, como son Sudario o Gueparda, gracias a ellos, la novela tiene algunos momentos brillantes, que hacen que suba el nivel.
En cuanto al final, a mí sí me ha gustado…
eso de que consiga llegar a casa y se dé cuenta de que ahora que puede confirmar que no está loco y lo que necesita es seguir viaje y no volver a anclarse con las reglas de Gormenghast, es por lo menos un final digno. Más que si se hubiera quedado a ejercer de buen gobernante y seguir con la tradición familiar, a costa de renunciar a su libertad personal. |