Empezado y leído hasta el capítulo 4.
Me encanta la naturalidad con la que Gaiman nos mete en la historia, o más bien, en esta ida de olla fantástica y en la cualquier cosa puede ocurrir por lo que veo

. Regresamos a la niñez del "protagonista" mediante sus recuerdos mientras visita la granja y el estanque de la familia Hempstock, donde vivían la abuela y la madre de una amiga suya, Lettie, y que la conoció tras un terrible suceso...
Desde luego todo lo referente a esa familia y, sobre todo cuando acompaña a Lettie en su aventura para resolver cierto problemilla, me tiene la mar (o estanque u oceano

) de intrigado.
Reconozco que tiene algunas descripciones o forma de narrar que me encantan. Por ahora me quedo con esta:
"Hay que mirar las cosas muy atentamente para poder ver los electrones. Son esas cositas minúsculas que parecen sonrisas diminutas. Los neutrones son grises y parecen ceños fruncidos."
