El curso pasado tuve oportunidad de leer los dos primeros de Wallander. El primero ya me gustó, y me hizo querer al personaje protagonista. El segundo no hizo más que corroborar que era, para mi, una buena serie que ir leyendo. Llegué a la Leona Blanca... y por alguna razón, no me enganchó, no logré meterme en él.
La cuestión es que tras varios meses, cosas de la vida, paseando por la biblioteca paso por delante de la balda donde están los del Mankell y me viene el grato recuerdo de los dos primeros, el de Sin rostros y el de los perros de Riga... y es ya otoño, en los días la luz empieza a ir declinando, llega el fresco... en fin, que de pronto me volvió a apetecer. Dado que no guardaba buen recuerdo del de la Leona (apenas avancé aquella vez cien páginas, también es cierto), decido saltar y coger el que le seguiría, que es este.
Pues un acierto. Desde la primera página ha sido una grata sensación. Me ha gustado volver a estar con Wallander, con las pesquisas, con el clima blanco e intempestivo de Ystad... ha sido un pequeño gozo lector. Lo he leído más rápido de lo que pensaba, y lo he disfrutado.
Todo lo que es la trama a mí me ha gustado mucho. Es cierto que ya se intuía un poco por dónde iban a ir los tiros (nunca mejor dicho). Pero lo he leído con gusto. De nuevo ese clima, esas atmósferas, tensas y a la vez tranquilas, cargadas de nocturnidad, café y reflexiones. A mi precisamente, todo lo que es la parte central, de cómo se van desarrollando los hilos del caso, me han gustado. Me parece que es lo que hacen de este tipo de libros un poco más realistas, más verídicos.
| Sin embargo el capítulo penúltimo, aunque emocionante, es donde menos me cuajan las cosas. Me pasó igual con los de Riga. |
Una muy buena entrega. Nuestro sufrido personaje sigue añadiéndose cicatrices a su alma, y a la vez se sigue haciendo entrañable. Me ha gustado la nueva compañera, como me siguen gustando el resto de compañeros. Con sus puntos de elogio y sus puntos oscuros.
| De nuevo también me ha gustado lo que deja entrever Mankell del mundo actual, de la sociedad actual. De gente por encima del bien y del mal, del cómo el dinero es la guía de todo, de la internacionalización de la economía, de lo abajo que quedan los países y las gentes pobres, de cómo el rico devora sin importarle nada... me parece que es otro de los puntos que hace a estas novelas de Mankell interesantes. |
Buena lectura que me devuelve al placer de la lectura de la novela negra. No tardaré, creo yo, en tomar el siguiente volumen.
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"Luisa 1912", "Port mortuary", "Voces de Chernóbil".