Pues ya la terminé, realmente no me ha durado mucho, debo reconocer que Connolly sabe tenerte enganchado a sus historias!!
y que además, por lo menos a mí, sabe mantener el misterio del caso hasta el final. Soy incapaz de descubrir quien es el malo hasta que no lo descubren, mi mujer se peta cuando le cuento mis teorías y claro, nunca es porque he acertado.
En cuanto a la historia, en esta ocasión no hay tanta sangre, ni tanto espanto, como en la primera novela, pero sí que hay más referencias paranormales...yo diría que están bastante en la línea, son parecidas y a la vez diferentes. Lo que está claro, es que el personaje de Bird va ganando enteros cuando más sabemos de él. Me gusta muchísimo como lo trata Connolly, destripándonos su pasado y haciéndonos partícipes de sus miedos. El punto socarrón y perdonavidas es el complemento justo que lo hace un personaje de lo más resultón. Sus compañeros de fatigas, el dúo fantástico, también me gusta, le da ese toque más desenfadado y gracioso a la historia, son un buen contrapunto.
Por buscar algún defectillo, diría que se abusa un poco de las bandas de mafiosos que siempre se suelen mezclar en las tramas...una vez está bien, pero si se abusa, puede llegar a cansar...pero bueno, tampoco es que quede mal, aunque sí que resulta cansino.
Nada, que seguiré con las novelas, a ver qué nos depara el bueno de Parker.