Dejando de momento aparte el prólogo que cuenta un mito fascinante, y uno de mis preferidos, el de los ángeles rebeldes, en el capítulo I entramos en acción con dos tramas momentáneamente paralelas en dos ciudades distantes. Y ahí he hecho mi primer alto anotando esta ocurrencia que Connolly regala de vez en cuando para definir a un personaje:
Era la clase de hombre que, de niño, había recibido palizas de sus amigos imaginarios por hacer trampa en los juegos
casi comparable a ésta que Louis emplea luego para retratar a otro:
Intenta entrar en la lesbiana que lleva dentro
Pero, bueno, eso es lo de menos en realidad. Me ha gustado mucho en ese primer capítulo la narración
del recorrido de la madre de Alice. Su llegada a la gran ciudad, su afanes con el dinero, su alojamiento en un hotelucho, la descripción de la habitación, el paso del tiempo, su visita en taxi al Point, su encuentro o topetazo con el chulo |
Eso sucede tambien en el tremendo Capítulo IV, en el interior de ese
motel fronterizo al que casi ni le falta un Norman Bates |
del bautizo de Sam |
(la doble vida familiar de Bird habría que decir más bien, con una mujer rubia y otra pelirroja, con una niña que derrama su sangre sobre el plato y otra que apenas llora y a ratos desaparece de su cuna) |
... digamos que la he paladeado
Es la vida de los muertos y la muerte de los vivos, el recuerdo de los vivos atormenta a los muertos y el recuerdo de los muertos atormenta a los vivos Las cosas de Connolly.
En relación al don, aprecio un cambio con respecto a otras novelas. En ésta todo eso se hace, si no más intenso, sí mucho más reiterado. Y a diferencia de antes, donde Charlie eludía la circunstancia, ahora la acepta, reflexiona sobre ella y hasta la encara.
Pero a estas alturas destacaría en particular tres cosas:
1ª) En "El camino blanco" se contenía una definición de Bird que yo creo que da la clave del personaje: un ser atormentado por la empatía. Es significa la capacidad de ponerse en la piel del otro, de sentir como propio su dolor, de no saber abstraerse ni poder desligarse del sufrimiento ajeno. Y si a eso se une el valor y la integridad es cuando nace el héroe: el hombre que, generosa y desinteresadamente, se presta a hacer todo lo posible para aniquilar o mitigar el sufrimiento del otro, el sufrimiento de de aquél "que se ha arrastrado hasta su puerta en busca de ayuda". Bird es incapaz de dejar de atender una llamada o de rechazar una mano que le implore. Negar o reducir la ayuda que podría prestar, como vemos, es para él un motivo de sufrimiento moral. Por eso a mí estas novelas (que son toros de pelajes mezclados: género negro, policíaco, aventuras, terror, fantástico...) me traen a la mente las novelas de caballerías; sobre todo cuando, además, entramos en un mundo donde lo sobrenatural y lo natural, lo paranormal y lo cotidiano, se cruzan y s esuperponen y donde el caballero debe hacer frente a criaturas fantásticas en el momento en que decide socorrer
a pobres viudas violadas que han perdido a sus tristes hijas yonquis |
(Aparte de que Charlie tiene varios tornillos algo desajustados )
Yo esa lección moral tan rigurosa y siempre tan poco actual es la que extraigo de estos libros; el sentimiento de que quien evita, hurta o regatea dar su ayuda a alguien que la necesita y que se la pide comete un pecado, no contra Dios ni contra los hombres, sino contra uno mismo, contra lo mejor de uno mismo. Entiendo que ésa es la filosofía y religión de Bird. Su bendición, lo que le hace especial,
Rachel le viene a decir: te quiero por eso |
Rachel también le viene a decir: te odio por eso |
2ª) Sobre el elemento sobrenatural, aunque sólo estoy al principio, ya con ese capítulo IV Connolly ha dado un paso firme, decidido y pienso que consecuente con toda la trayectoria de la serie
Nada de amagar y sugerir - bien es verdad que cada vez menos- con seres con poderes sobrenaturales y hasta algo sobrenaturales ellos mismos: Faulkner, Pudd y, sobre todo, Kittim. ¡Bienvenidos los seres abiertamente no humanos! ¡Bienvenido el besucón de Brighwell que cuando besa es que besa de verdad! |
3ª) Bueno ya no sigo porque esto me está saliendo muy excesivo (¡es que estas novelas son un festín muy especial y me sugieren miles de cosasi!), pero anda que no me quedan ganas de escribir por extenso
sobre Alice, sobre G-Mack, sobre lo que pasó en un motel en la frontera con Méjico, sobre la ruidosa conversación de un pie y un cacahuete, sobre un poli que piropea a una bandera a media asta y sobre tantos y tantos detalles... |