Bueno, en esta nueva hay suspense más que intriga, bastantes fiambres, un juez con un pequeño rincón de torturas en el propio tribunal, algún que otro experimento genético, persecuciones motorizadas, carreras en las que sólo gana el que sobrevive, aventuras submarinas y en ala delta, algunos "juguetillos" a lo 007, coqueteos a cuatro... no, a cinco bandas, y creo que también -espero- un puñado de personajes curiosos, entre ellos, el que da título a la obra, Oliver Crow, un criminal de buen corazón con aires de motero macarra...
Dos pistas de lectura. Es la primera vez que apuesto por dos chicas, entre machos varios, para que lleven la voz cantante de la acción. Veremos qué tal me ha salido la apuesta.
Por otro lado, aunque esta novela tiene una ambientación completamente distinta a 'La fiesta de Orfeo', he querido incluir también pequeños guiños a libros y películas con las que disfrutaba de chaval. Un ejemplo bastante friki: al lugarteniente del villano, un tipo con pocos amigos, lo he armado con "una herramienta" muy particular, la
Magnum .357 Wildey, todo un clásico del cine de acción de los 80. Nostalgia en vena.
Ah, y cuento con un prologuista de auténtico lujo...