He leído este librito de Sciascia. Es la primera vez que leo a este autor, pero ya me rondaba.
Es una novela breve, pero sustanciosa.
La historia en sí, la trama del asesinato, no es algo novedoso, pero sí que consigue plasmarlo como parte de una realidad cotidiana. Sciascia, yo creo, trata de transmitir y denunciar de alguna manera esa cotidianidad italiana de sicilia, con el peso de la mafia. Me ha parecido curioso cómo refleja el parecer de otros italianos de otras zonas respecto a Sicialia. Un poco el situar a Sicilia y todas sus problemáticas, sus gentes, en el enclave italiano. |
Es muy rico en detalles culturales, históricos, para mí. Con poco, va dejando caer desde la exrtañeza del que llega foráneo, al pasado más o menos inmediato, que permea todavía en las relaciones humanas. Que si el jerarca Mori, y la manera de funcionar con él, el modo de sociabilidad y conexión entre las gentes de un mismo pueblo, las diferentes hablas de cada lugar, idiosincrasias, y rudezas, lealtades y oscuridades.
Como ya en comentarios anteriores han puesto un poco de qué va la historia, no me repito mucho. Matan a un empresario de obras, y a partir de ahí, siguiendo a los oficiales de carabineros (que no son, los jefes, sicilianos) vamos viendo, palpando, la sicilia de puertas adentro, de interior. El esfuerzo que otros mismos italianos tienen que hacer para ir entendiendo las maneras de funcionar que tienen estas gentes de la isla. Al final todo queda en agua de borrajas. Las amistades y los entramados llegan hasta arriba (tenemos como personajes también a un par de diputados), y aunque al final todo el esfuerzo de solventar el asesinato se deshace en nada, es también como un mensaje: nada va a cambiar. Y sin embargo, uno de los protagonistas carabinero, termina explicitando que aun con todo, volvería a Sicilia, porque tiene un algo, un no se qué de auténtico y diferente que atrapa. |
Sciascia reflexiona también sobre la naturaleza del crimen, de Sicilia, de la gente. Un par de fragmentos que me destaqué:
"El crimen pasional, pensaba el capitán Bellodi, no surge en Sicilia de la verdadera y auténtica pasión, de la pasión del corazón, sino de una especie de pasión intelectual, de una pasión o preocupación por el formalismo, ¿cómo decirlo?, jurídico; en el sentido de esa abstracción en la que las leyes se van haciendo cada vez más sutiles a través de los grados de juicio de nuestro ordenamiento, hasta alcanzar una transparencia formal en la que la sustancia, es decir el peso humano de los hechos, ya no cuenta; y, abolida la imagen del hombre, la ley se mira en el espejo de la ley."
Otro fragmento, sobre Sicilia:
"Y ello provenía del hecho, pensaba el capitán, de que la familia es la única institución verdaderamente viva en la conciencia del siciliano, pero viva más como dramatico nudo contractual, jurídico, que como agragación natural y sentimental. La familia es el Estado del siciliano. El Estado, lo que para nosotros es el Estado, queda fuera: una entidad de hecho realizada por la fuerza; que impone tasas, el servicio militar, la guerra, el carabinero. Dentro de esa institución que es la familia, el siciliano traspasa la frontera de su trágica y natural soledad y se adapta , mediante un modo aparentemente contractual de relaciones, a la convivencia. Sería mucho pedirle que traspase la frontera entre la familia y el Estado. Quizá llegue a inflamarse de la idea de Estado o ascienda a dirigir el gobierno, pero la forma precisa y definitiva de su derecho y de su deber será la familia, que permite un paso más breve hacia la victoriosa soledad".
¡En fin! Una lectura que me ha gustado. Breve y buena.
PD: Me ha parecido curioso un personaje muy secundario que sale hacia el final, que se llama Livia. Me ha recordado a cierto personaje de Camilleri... quién sabe.
PPD: He encotrado en Youtube una entrevista que en un programa de RTVE hace muchos años se le hizo a Sciascia. Participan también un par de traductoras de obras suyas.