Si a alguien le interesa, en este artículo que he sacado de aquí (
http://gangsterera.free.fr/critAndreuMartin.htm) se citan algunos parrafillos
Habiéndolo leído sin haber terminado de leerme la novela, es verdad que hay algún spoiler, pero no es peligroso.
Eduardo González
Mientras escribo esto, miro a Roger, que está dormido en la cuna y me pregunto qué sentiré cuando sea él quien me diga "A las seis y media estaré aquí" y pasen las siete, y las siete y media, y las ocho, y las ocho y media, y las nueve y media, y mi Roger, la madre que lo parió, que no llega. No puedo saberlo porque no lo he vivido, pero puedo imaginármelo.
Bellísimas personas es la historia de una escritura. La historia de Nuria Masclau. La historia de un libro de Nuria Masclau
-Este libro me tiene muy perturbada. ¿Sabes qué quiero decir? Taquicardia, malestar, angustia. No me imaginaba que escribir pudiera llegar a afectarme tanto.
En 1991, cuando Ramón Estévez, el mentiroso de Cornellá acaba de cumplir su condena, Nuria decide escribir una novela, una true crime.
El otro día no me atreví a decírtelo porque... bueno, es mi primer libro y no sé cómo me esta saliendo. Pero me hizo gracia porque, casualmente, también es un true crime -¿era muy pedante decir true crime?-.
Nuria vive sola desde que huyó de casa de los padres. Nuria, embarazada de Doménec, va a vivir a un piso de la calle Carders, tres porterías más allá del establecimiento donde trabaja el Mentiroso tras haber salido de prisión. Nuria vive sola con Roger, su hijo, en un departamento oscuro y pequeño.
Me despierto añorando a Domenec.
No: me despierto añorando a Marc. Como el último hombre con quien compartí lecho fue Domenec, me imagino un Marc con aliento de Domenec, con olor de Domenec, con la lengua larga y ávida de Domenec y los brazos posesivos de Domenec, y sus mordiscos, y el escroto de piel tan suave que me emborracha acariciarla.
Bellísimas personas es la historia de la soledad de Nuria.
Me gustaría más un revolcón divertido que no comprometiese a nada y que nos permitiera mirarnos a los ojos y juzgar las situación con serenidad. ¿Cómo se debe de hacer eso?
La comida con mis padres, un fracaso.
La paella, pegada. Mi madre en algún momento de la mañana ha llorado y ahora trata de disimular. Se le han caído los años encima. Se me ocurre que el bestia de mi padre la ha obligado a romper con su amante. O peor aún: que el amante la ha enviado al cuerno.
Bellísimas personas es la historia personas demasiado ocupadas en aparentar ser bellísimas personas.
A fin de 1978, en Barcelona, cuando estaba por abolirse la pena de muerte en España, secuestran al niño Daniel Cortés.
¿Estévez un criminal? No podía creerlo cuando esta mañana lo he leído en el periódico. Era un hombre tan agradable. Una bellísima persona. |
Andréu Martín narra la historia de Nuria, la historia del Mentiroso, la historia de Domenec, la historia de Pepi y de Marc, del Renault 12 amarillo matrícula B-8344-BX y del Seat 127 rojo. Andréu Martín narra la historia de bellísimas personas.
Eran los días en que se debatía en las Cortes la Constitución y éste era uno de los apartados más polémicos. Sobre esto, debo decirte que prefiero una pena de muerte antes que una pena de vida. Permanecer equis años en una cárcel es morir en vida poco a poco. El mundo gira para todo el mundo menos para el preso. O sea que no te creas que fue ninguna bicoca la abolición de la pena de muerte. Sólo se muere una vez. No trescientos sesenta y cinco días al año.
-¿Quieres decir -lo tuteo al fin- que hubieras preferido que te ejecutaran?
-Ya lo hicieron. Ya ejecutaron al hombre que yo era entonces. Ahora, soy otro hombre.
Bellísimas personas es la historia de la desesperación de Ramón Estévez.
"¿De dónde saco yo tres cuartos de millón?". Las 400.000 estafadas a Hogarsa, las 80.000 que le reclaman los Alamcenes Sears bajo amenaza de deshaucio, "¡Ariadna se quedará sin su cunita!", las 48.000 de alquileres atrasados, el crédito que compartió con aquel hijoputa que se largó y le dejó plantado con la deuda. ¡Y sólo cobra 20.000 pesetas mensuales, joder!
Cuando llego al final del libro pienso si el nombre Ariadna forma parte de la realidad o es un invento de Nuria, un subterfugio literario que oculta al auténtico protagonista de esta historia. O si Ariadna es un invento de Andréu Martín, quien ha creado un laberinto alrededor del monstruo. Y siento una mezcla de horror y fascinación cuando intento descubrir quién está en el centro del laberinto, cuando quiero descubrir quién es el minotauro. ¿El mentiroso de Cornellá? ¿Los padres de Nuria? ¿La mujer del Mentiroso? ¿La madre de Daniel? No me animo a pensar que tal vez Andréu Martín ha construido un laberinto a mi alrededor y sea yo, lector, el verdadero monstruo que vuelve a desencadenar la pesadilla.