Lo terminé y me gustó mucho.
Uno tiene que posicionarse en la época y entender el quiebre que representa para el género policial la aparición del policial negro. Tipos duros, de acción, mujeriegos, bebedores y entregados a todo tipo de vicios. A menudo caminando al borde de la ilegalidad, con su propia interpretación de la ley.
Hoy en día suena un poco raro un “Investigador Privado” interfiriendo en el trabajo policial…
La edición que leí cuenta con los relatos precursores de Marlowe que según palabras de Chandler fueron “canibalizados” para la historia. El primero de estos relatos “pulp” es “El hombre que amaba los perros” y
toda las escenas de la clínica, los policías corruptos y el buque casino |
resultaran familiares para los que lean “Adiós, muñeca”.