Al comienzo dudas sobre si es una historia de ciencia ficción en la que los personajes están en un refugio tras una catástrofe nuclear. El arranque es tenso. Con la hermana enmascarada dando a luz empiezas a hacerte preguntas sobre qué ha pasado allí. Nunca sabremos el nombre de los personajes, un recurso que en general me gusta.
Se entiende que transcurre en una época sin móviles y el video Beta más o menos te sitúa. No consigo averiguar qué películas del oeste ven, se dan pocas pistas aunque creo que el autor tiene claro cuáles son, que no son genéricas.
Hay el punto justo de morbo desde el punto de vista infantil. El hermano “salido”, el baño perturbador con la hermana o los atisbos al orinar. No se engaña al lector, aunque no me terminó de quedar claro lo de las luciérnagas, lo del pollito, o cómo es la ventana enrejada, todo ello bastante secundario.
La explicación es razonable e ingeniosa. Quizá el final es un pelín demasiado feliz:
de qué vivirá el protagonista, cómo se escolariza o cómo regulariza papeles. También está muy bien elegida la ambientación en el faro. Un sitio remoto, una construcción singular junto al mar que da mucho juego y además el farero en las novelas tradicionalmente es una persona solitaria. |