Desengaños amorosos - María de Zayas (S.)

[Mariela]

Mañana me pondré con él, a pesar de que esta semana apenas si voy a tener tiempo para leer, pero aunque sea, lo iré leyendo a ratos perdidos.

[Shorby]

Sí, yo lo empiezo en breve también.
Voy atrasadísima con lecturas pendientes

[Mariela]

Por fin le ha llegado el turno...

[Mariela]

Ya he leído el primer desengaño. Muy barroco, con tantas idas y venidas de la enamorada y el engañador... Y me ha dado pena el caballero pobre y fiel enamorado

que venga a la engañada y que (espero que por ahora) se queda sin ella.

Shorby, ¿qué tal vas con la lectura? ¿Ya lo has terminado?

Continúo con la lectura.

[Mariela]

Ya he terminado la primera noche. Me ha dado mucha rabia como se comporta don Pedro en el tercer desengaño, ¡pobre Roseleta! No se merecía lo que le pasó. Y en el cuarto desengaño también me ha dado mucha pena Elena.

Que yo sepa este libro es lo primero que leo de María de Zayas, y sin embargo tanto el tercer desengaño como el cuarto me han resultado conocidos. Un misterio.

Por cierto, tengo la edición de Cátedra y en la primera noche se cuentan cuatro desengaños. Y por lo que he visto en los comentarios de Emilio, él se refiere como quinto desengaño al que yo he leído como cuarto.

Hasta ahora, el desengaño que menos me ha gustado ha sido el primero: se me ha hecho muy largo y enrevesado. El segundo ya ha estado mejor y el tercero y cuarto me han gustado más. Seguramente será que me he ido acostumbrando al estilo de María de Zayas. Es muy buena nuestra literatura del Siglo de Oro, pero pasar de golpe de la narrativa española actual a la de hace trescientos años, cuesta y es necesario un periodo de adaptación, como los niños en las guarderías.

[Mariela]

De la Segunda noche, el sexto desengaño con don Esteban, Estefanía y Laurela es el que menos me ha gustado porque me ha resultado muy pesado. Los otros tres, siendo sus protagonistas desgraciadas (y desgraciados, porque algún hombre hay que también sufre lo que no merece), los he leído con más ganas.

En el quinto desengaño la dama es honesta y sabe defenderse con acierto. Pero con la familia que tiene, de poco le sirve. Algo parecido pasa en el octavo desengaño, en donde con semejantes parientes, poco bueno se puede esperar. Y en el séptimo los males de la protagonista resultan de un engaño que yo me veía venir, según describía la privanza de Arnesto y el príncipe, pero que antes de leer el libro no esperaba que María de Zayas incluyese en sus relatos.

Sólo me queda la tercera noche para saber en qué parará este festejo y si los desengaños cumplirán su propósito. Se nos ha prometido una boda, ¿será tal como estaba prevista?

[Mariela]

Leída la Tercera noche, he terminado con los Desengaños amorosos. En esta última noche sólo ha habido dos desengaños y bastante largos. En el primero (desengaño séptimo) volvemos a tener una historia de idas y venidas donde la protagonista, una santa mujer, con la ayuda del Cielo, logra triunfar sobre su enemigo a pesar de que a éste le ayude el Demonio. Lo curioso del caso es que al traidor, una vez arrepentido y confesados sus crímenes no le va nada mal. En cambio el destino de la protagonista, a ojos mundanos de hoy en día, no se diría que fue muy triunfante, aunque sirve para empezar a adivinar en qué va a terminar este sarao de desengaños.

Y en el último desengaño (el octavo) para variar, resulta que cambiamos de tercio porque

no tenemos traidor protagonista, sino traidora. Y el protagonista masculino, aunque empieza siendo de los que gustan de galanteos no muy honestos, que diría María de Zayas, resulta que no es el malo de la historia, sino el que la escucha y saca provecho.

Total que leyendo este libro queda claro que para María de Zayas la mejor opción es no casarse, aunque su solución de irse a un convento, a pesar de que no se haga monja, como sí hace doña Isabel no me parece nada correcta porque tiene la consecuencia de que don Diego,

que según parece el único daño que le había hecho era haberse querido casar con ella, termina yéndo a morir a la guerra, lo mismo que le pasa a don Felipe, el hombre que en el primer desengaño fue el que siempre quiso bien y cuidó a doña Isabel.

Total, que la moraleja de María de Zayas, tras mucho criticar a los hombres por malos contra las mujeres, es que a los hombres ni agua porque son todos malos, y si hay alguno bueno hay que darle calabazas

y que se vaya a morir a la guerra.

Cosa que yo critico por injusta, porque quejándose de una injusticia (la mala opinión que se tiene de las mujeres), no tiene reparo en cometer ella otra (meter a todos los hombres en el mismo saco y no querer saber nada de ellos). Y esta es la razón por la que no me han gustado los Desengaños amorosos de María de Zayas. Entiendo que en aquella época la independencia feminina no se podía conseguir tan facilmente como ahora, pero su posición me resulta extremista y poco sensata e incluso pienso si no se debería a alguna mala experiencia personal que la hizo ser más que feminista, antimachista (o mejor dicho, antihombres). He mirado su biografía en la wikipedia, pero no dice nada en concreto, salvo lo siguiente:

Los restantes datos son aún más dudosos y se fundan en las presuntas alusiones autobiográficas de los textos publicados por la autora, con particular predilección por su feminismo, que es completamente real y cierto. Un feminismo premoderno, como solo era posible entonces. Unos deducen que lo impulsa un mero desengaño personal y se trata de simple antimachismo,​ y otros, más centrados en la genealogía del feminismo, señalan su denuncia de la opresión que sufren las mujeres y del trato que reciben por parte de los hombres.​