Resolución Caso Asesinato en Cluedos City ¿Quién mató a Rachel Hollister?:
Aquella mañana Rachel estaba exultante. Dos días antes había descubierto que su rancho se asentaba sobre oro. Las montañas eran una gran geoda de oro, oro a raudales, que incluso empezaba a filtrarse por el agua. Aquello significaba para Rachel la culminación de todas sus expectativas y ambiciones, el fin de sus días de trabajo duro y pesado. ¡Era rica! ¡tremendamente rica!
Ah, el viejo Hollister no vivió lo suficiente para ver esto, pero ella tenía toda la vida por delante y un corazón ambicioso. Pero ahora que era riquísima, sus objetivos eran mayores. No se conformaría con dominar el mercado ganadero; no sólo haría que los McMillan trabajaran para ella. Quería más poder, y un poder que le proporcionara además de lujo, lucir hermosa y vestir a la moda, influencia y voz. Quería hacer de Cluedos City la nueva Boston. Quería gobernar, dirigir, mandar: poder para decidir sobre las vidas de los demás.
Su principal problema iba a ser sin duda el Sheriff Wayne. Todo el mundo lo respetaba y lo tenía por un hombre justo. Esa influencia le hubiera beneficiado en sus planes pero el problema es que Wayne era incorruptible e independiente. No aceptaría sus propuestas y supondría un escollo a salvar. Pero Rachel sabía algo de él que acabaría con su reputación inmaculada. Su buena amiga Giada se lo había contado. Aquel fin de semana en que la invitó a pasar unos días en su rancho, Giada le confesó que estaba enamorada de Mick Wayne, el Sheriff, que éste había sido honesto y sincero con ella y le había confesado un pasado delictivo y poco respetable como pistolero y sicario, pero que todo lo había dejado atrás, y precisamente por esa sinceridad y esa conversión lo apreciaba aún más. Pidió a Rachel la máxima discreción y le pidió consejo sobre esta relación. Rachel le dio su beneplácito y pensó que no estaba mal saber este tipo de cosas. Nunca sabía, se dijo, cómo podría beneficiarle llegado el momento.
La mañana de su muerte, Rachel inició su plan. Se vistió para la ocasión y junto con su inseparable “Pequeña Leona” subió al pueblo con un montón de comida casera para participar en la fiesta del décimo aniversario del poblado. Primero hablaría con Luis Sandino. Se acercó a ese guaperas de poca monta y le contó su hallazgo. Sandino tenía una experiencia dilatada en el todo lo referente al oro: su calidad, su extracción, su valor en el mercado…necesitaba su experiencia y lo contrataría. Cuando tuvo la ocasión le dijo al oído: “Sandino, he de enseñarte algo en privado”. ¡Ah, ese Sandino! Por la cara que puso seguro que pensó en algo más” caliente” que las pepitas que depositó en su mano un rato después, en su herrería. Sin embargo, el efecto que le causó fue superior que si Rachel se hubiera desnudado en su presencia. Los ojos le hicieron chiribitas y una amplia sonrisa iluminó su rostro. Luis estaba comprado.
El segundo paso era chantajear a Wayne. Con él como un corderito, su plan tomaría forma en poco tiempo. Así que no se anduvo con rodeos y le dijo lo que sabía y lo que pretendía hacer con su oro. A Wayne le dolió más la traición de Giada que el hecho de que esa información saliera a la luz y le arrebatara el respeto de sus conciudadanos. Se quedó tan desconcertado, tan herido…se sintió tan vulnerable…él, que era un tipo duro, había bajado la guardia por una mujer y se la habían jugado. No supo qué decir a Rachel, pero salió de allí en busca de la doctora Giada Quinn. Esta vez sí que tenía claro lo que iba a decirle y no serían palabras dulces.
Cuando Giada supo por boca de Wayne lo que Rachel había hecho, quiso morirse. De nada sirvieron sus palabras, sus explicaciones, sus excusas: había traicionado su confianza. ¿Cómo podía hacerle ver a un hombre como Mick que las mujeres a veces necesitaban esa figura materna en la que confiar y que Rachel representaba eso para ella? No lo hubiera entendido. Ella era una mujer racional, pero en esos momentos, la rabia se apoderó de ella. Salió en busca de Rachel a la que encontró cerca de su carreta, aparcada frente a las cuadras de los caballos. Fue directa al grano: “¿Por qué? ¿Eres consciente de lo que me has hecho? Has destrozado mi relación con Mick, has traicionado mi confianza, ¡me has fallado, Rachel! ¡Quiero saber por qué!”. Rachel la miró decidida y le dijo: “Ahora no lo entiendes pero ya me lo agradecerás. Ese hombre no te conviene. Ahora soy rica Giada, mi tierra es de oro puro ¿lo entiendes? ¡Oro! Jajaja, Soy una persona nueva Giada. Nueva y poderosa. Anda, toma este asado y llévalo a la mesa. Más tarde te contaré los detalles de mis planes”. Diciendo esto, le depositó un pavo relleno en las manos y dándole la espalda a su amiga se dirigió a los establos. Giada tiró el asado al suelo y llena de ira agarró un tablón de madera que había en el suelo y golpeó a Rachel con todas sus fuerzas, tantas que fue a caer sobre la horca de espiga que había apoyada en la puerta. Giada pudo constatar que estaba muerta. No en vano era médico. Su intención no fue matarla, pero ahora que la veía ahí, sabía que había librado a Cluedos City de un peligro inminente y se sintió satisfecha.
PALABRA CLAVE ENCRIPTACIÓN: HERRADURA
Enhorabuena al ganador: MICKASTRUP!!
Micka, es todo tuyo puesto que nadie dijo nada mejor. Especial mención para Anaid que casi atina.