Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Publicado: 08 Abr 2013 12:24
Había algo raro en el hecho de que todos los hombres fueran tras Lía, la tía meneaba el culo como los dioses pero ese no era el caso. El caso era ese perfume que desprendía algo mofético y que a los hombres les hacia enloquecer de amor por ella y caían rendidos a sus pies
Lo que nadie conocía son los efecto secundarios del perfume que Lía había comprado a un químico loco, llamado Jean Baptiste. Los afectados están tan obsesionados con el objeto de sus deseos que solo piensan en ella olvidándose incluso de comer y de dormir. No miraban a nadie ni a la duquesa de alba desnuda.
Lía estaba muy ocupada pensado en gustar a los hombres para darse cuenta de que los hombres cada vez tenían una cara más rara y unos ojos más rojos.
Hasta que un día estando en el salón todos juntos los hombres empezaron a rodearla, ella movió sus pestañas de mujer lujuriosa para causar efecto y causó demasiado los besos que le daban dieron paso a pequeños mordisquitos que se convirtieron en grandes mordiscos hasta que empezaron a devorarla entera.
Un trozo de oreja por aquí.
Un trozo de ceja por allá.
Unos pinchos morunos eches por su lomo.
El resto de las mujeres del barco que estaban en el salón no daban crédito a sus ojos pero afortunadamente para ellas habían visto Walking Dead y sabían a lo que se enfrentaban. Una ensalada de carne y vísceras desfilaba por sus ojos.
Así que las mujeres se dirigieron raudas a las mesas y se armaron con todo lo que les pudiera servir de arma y se lanzaron a matar a los pocos zombis que había que estaban muy entretenidos devorando los restos de la sabrosísima Lía.
En 5 minutos el salón estaba lleno de restos de cuerpos mientras las mujeres miraban sus bonitos vestidos llenos de sangre y se disponían a dirigir el velero a puerto.
Está claro que si quieres que algo se haga bien lo tiene que hacer una mujer.
Asesino: Los hombres del barco.
Arma: Veneno.
Móvil: Sin querer queriendo.
¿quién encontró mi cadaver? Todo el mundo, tus pedazos estaban muy a la vista.
Enlace
Lo que nadie conocía son los efecto secundarios del perfume que Lía había comprado a un químico loco, llamado Jean Baptiste. Los afectados están tan obsesionados con el objeto de sus deseos que solo piensan en ella olvidándose incluso de comer y de dormir. No miraban a nadie ni a la duquesa de alba desnuda.
Lía estaba muy ocupada pensado en gustar a los hombres para darse cuenta de que los hombres cada vez tenían una cara más rara y unos ojos más rojos.
Hasta que un día estando en el salón todos juntos los hombres empezaron a rodearla, ella movió sus pestañas de mujer lujuriosa para causar efecto y causó demasiado los besos que le daban dieron paso a pequeños mordisquitos que se convirtieron en grandes mordiscos hasta que empezaron a devorarla entera.
Un trozo de oreja por aquí.
Un trozo de ceja por allá.
Unos pinchos morunos eches por su lomo.
El resto de las mujeres del barco que estaban en el salón no daban crédito a sus ojos pero afortunadamente para ellas habían visto Walking Dead y sabían a lo que se enfrentaban. Una ensalada de carne y vísceras desfilaba por sus ojos.
Así que las mujeres se dirigieron raudas a las mesas y se armaron con todo lo que les pudiera servir de arma y se lanzaron a matar a los pocos zombis que había que estaban muy entretenidos devorando los restos de la sabrosísima Lía.
En 5 minutos el salón estaba lleno de restos de cuerpos mientras las mujeres miraban sus bonitos vestidos llenos de sangre y se disponían a dirigir el velero a puerto.
Está claro que si quieres que algo se haga bien lo tiene que hacer una mujer.
Asesino: Los hombres del barco.
Arma: Veneno.
Móvil: Sin querer queriendo.
¿quién encontró mi cadaver? Todo el mundo, tus pedazos estaban muy a la vista.
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