Cumpleaños de Eleanis (el de las mil capas de cebolla)
Publicado: 09 Oct 2013 08:03
Poema de Rita.
Mi maestro, mi segundo padre
que vives en el otro hemisferio
cercano y a la vez distante.
Puedo hablarte de constelaciones boreales
pero sospecho que no son ningún misterio
para tu saber que es eterno.
Eres tú el que me enseña
y me desvelas secretos de la naturaleza
o me muestras con el ejemplo,
cómo afrontar las enfermedades
con fortaleza.
Parecemos dos almas gemelas
separados por tiempo y espacio,
que se comunican por las ondas
que salen de un cristal de cuarzo.
Desearía poder hacer un viaje astral
para verte de cerca
y darte un abrazo de luz y cariño.
Deseo que tengas un día de paz
con tu pareja y amigos,
sin preocupaciones;
bajo el solaz
de un cielo templado y límpido.
deseo tu felicidad
porque eres mi mejor amigo.
Rita (shirabonita)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Berlín.
Tal vez, viejo amigo, la mayor muestra de cariño por tu cumpleaños se encuentre en lo que ha costado que este poema de Rita llegue hasta aquí para que tú lo puedas leer. Rita no puede usar de momento el PC porque su luminosidad le causa mucho dolor en los ojos y contó conmigo en la distancia para tal propósito; nos mandamos varios mensajes por el móvil (aún no tengo whatssap) planeando cómo hacerlo. Ella barajó la posibilidad de enviarlo por fax a mi curro, pero estos días yo no trabajo y la impresora de mi casa está muerta; luego barajamos la posibilidad de pasarnos el poema a través de una foto (también por el móvil) pero mi viejo cacharro está bastante obsoleto (me saldría más a cuenta usar unos tambores o tal vez señales de humo) y no lo pude descifrar. Si me lo enviaba por carta tal vez llegaría tarde. Al final (desesperada) le pregunté si le causaría mucho dolor si lo iba leyendo(con luz natural que no le molesta tanto) directamente a través del teléfono y yo lo iría copiando y luego yo te abriría el hilo. Y así lo hicimos: ella iba dictando y yo copiando(como buena secretaria me encendí un cigarrillo y me puse un cafelito con hielo).
Y entre estrofas hablamos de cuánto te queremos, de cuánto nos has ayudado (a ella de una manera, a mí de otra) y de lo que echamos de menos los viejos tiempos del foro, de nuestros hilos canallas y de cuando tú corrías delante y yo detrás intentando arrancarte la ropa a mordiscos (¿recuerdas que siempre dices que eres como una cebolla con mil capas?), ella recuerda que siempre se reía a carcajadas con nuestras travesuras. Luego tú y ella os hicisteis muy amigos, mucho, Julio, ya lo ves en ese poema: ¿ves cuanto cariño hay en él?
Curiosamente dentro de poco se cumplen 10 años del nacimiento del foro. Comenté, en el hilo abierto, lo agradecida que estoy a las gentes de este lugar, hablé de lo mucho que me han ayudado, aportado, y de cuánto cariño me han dado y me dan. Comenté también que echo mucho de menos a ciertas personas del foro que casi no aparecen ya por aquí y , entre todas esas personas, evidentemente la persona a la que más echo de menos (perdona ratita y demás) es a ti: mi dulce y fiel Julio. Tú me enseñaste a ser paciente en esto de juntar letras; yo era como un animalillo imparable que todo quería publicarlo (ya estuviera despeinado o demasiado caliente), tú me enseñaste a dejar “enfriar” un relato o un poema (cosa que por otra parte nunca hice, recién comienzo a hacerlo ahora); corregías mis relatos, me hacías notar la ausencia de una coma aquí o un acento allá; le ponías bragas a mis chicas en pelotas (yo se las quitaba de nuevo) , le apretabas el corsé a mis adoradas gorditas (yo les cortaba los lazos con las tijeras para que luciesen sus desnudeces) , y redondeabas las aristas de mis poemas para que rodaran suavemente. Siempre enseñándome, siempre recordándome que la mejor manera de ayudar a un hambriento es enseñándole a pescar. Me has enseñado a escribir (aunque sigo siendo un puto desastre), y a entender que la distancia no es demasiado importante cuando existe la palabra.
Que un abrazo escrito no es como un abrazo dado, pero calienta el alma y reconforta igual.
Te echo de menos, viejo lobo, añoro aquellos días en aquel foro donde nos conocimos, donde aún no sabíamos nada el uno del otro, sólo sabíamos cuánto nos gustaba retarnos a través de la poesía y lo que disfrutábamos haciéndolo cada día.
No creo que a estas alturas haga falta decir cuánto te quiero.
Feliz cumpleaños, amigo.
Enlace
Mi maestro, mi segundo padre
que vives en el otro hemisferio
cercano y a la vez distante.
Puedo hablarte de constelaciones boreales
pero sospecho que no son ningún misterio
para tu saber que es eterno.
Eres tú el que me enseña
y me desvelas secretos de la naturaleza
o me muestras con el ejemplo,
cómo afrontar las enfermedades
con fortaleza.
Parecemos dos almas gemelas
separados por tiempo y espacio,
que se comunican por las ondas
que salen de un cristal de cuarzo.
Desearía poder hacer un viaje astral
para verte de cerca
y darte un abrazo de luz y cariño.
Deseo que tengas un día de paz
con tu pareja y amigos,
sin preocupaciones;
bajo el solaz
de un cielo templado y límpido.
deseo tu felicidad
porque eres mi mejor amigo.
Rita (shirabonita)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Berlín.
Tal vez, viejo amigo, la mayor muestra de cariño por tu cumpleaños se encuentre en lo que ha costado que este poema de Rita llegue hasta aquí para que tú lo puedas leer. Rita no puede usar de momento el PC porque su luminosidad le causa mucho dolor en los ojos y contó conmigo en la distancia para tal propósito; nos mandamos varios mensajes por el móvil (aún no tengo whatssap) planeando cómo hacerlo. Ella barajó la posibilidad de enviarlo por fax a mi curro, pero estos días yo no trabajo y la impresora de mi casa está muerta; luego barajamos la posibilidad de pasarnos el poema a través de una foto (también por el móvil) pero mi viejo cacharro está bastante obsoleto (me saldría más a cuenta usar unos tambores o tal vez señales de humo) y no lo pude descifrar. Si me lo enviaba por carta tal vez llegaría tarde. Al final (desesperada) le pregunté si le causaría mucho dolor si lo iba leyendo(con luz natural que no le molesta tanto) directamente a través del teléfono y yo lo iría copiando y luego yo te abriría el hilo. Y así lo hicimos: ella iba dictando y yo copiando(como buena secretaria me encendí un cigarrillo y me puse un cafelito con hielo).
Y entre estrofas hablamos de cuánto te queremos, de cuánto nos has ayudado (a ella de una manera, a mí de otra) y de lo que echamos de menos los viejos tiempos del foro, de nuestros hilos canallas y de cuando tú corrías delante y yo detrás intentando arrancarte la ropa a mordiscos (¿recuerdas que siempre dices que eres como una cebolla con mil capas?), ella recuerda que siempre se reía a carcajadas con nuestras travesuras. Luego tú y ella os hicisteis muy amigos, mucho, Julio, ya lo ves en ese poema: ¿ves cuanto cariño hay en él?
Curiosamente dentro de poco se cumplen 10 años del nacimiento del foro. Comenté, en el hilo abierto, lo agradecida que estoy a las gentes de este lugar, hablé de lo mucho que me han ayudado, aportado, y de cuánto cariño me han dado y me dan. Comenté también que echo mucho de menos a ciertas personas del foro que casi no aparecen ya por aquí y , entre todas esas personas, evidentemente la persona a la que más echo de menos (perdona ratita y demás) es a ti: mi dulce y fiel Julio. Tú me enseñaste a ser paciente en esto de juntar letras; yo era como un animalillo imparable que todo quería publicarlo (ya estuviera despeinado o demasiado caliente), tú me enseñaste a dejar “enfriar” un relato o un poema (cosa que por otra parte nunca hice, recién comienzo a hacerlo ahora); corregías mis relatos, me hacías notar la ausencia de una coma aquí o un acento allá; le ponías bragas a mis chicas en pelotas (yo se las quitaba de nuevo) , le apretabas el corsé a mis adoradas gorditas (yo les cortaba los lazos con las tijeras para que luciesen sus desnudeces) , y redondeabas las aristas de mis poemas para que rodaran suavemente. Siempre enseñándome, siempre recordándome que la mejor manera de ayudar a un hambriento es enseñándole a pescar. Me has enseñado a escribir (aunque sigo siendo un puto desastre), y a entender que la distancia no es demasiado importante cuando existe la palabra.
Que un abrazo escrito no es como un abrazo dado, pero calienta el alma y reconforta igual.
Te echo de menos, viejo lobo, añoro aquellos días en aquel foro donde nos conocimos, donde aún no sabíamos nada el uno del otro, sólo sabíamos cuánto nos gustaba retarnos a través de la poesía y lo que disfrutábamos haciéndolo cada día.
No creo que a estas alturas haga falta decir cuánto te quiero.
Feliz cumpleaños, amigo.
Enlace