Muchas veces me habían sugerido que leyera a este autor y siempre me negaba, sin haberlo leído nunca, no se por qué, me echaba para atrás. Y veo que hacía bien. Pero este libro es el que tocaba este mes en el CL de mi biblioteca y.... bueno, quería acabarlo, de otra forma lo habría dejado sin dudar.
Que el autor escribe bien en su estilo descarnado, sí, y eso que la traducción creo que no es muy buena empezando por el título ; pero ya está, por lo demás no me ha gustado nada de nada. Incluso me ha causado repulsa . Supongo que habrá quien diga que eso también es bueno para un libro, pero no siempre. Estoy un poco quemada por haberle dedicado mi tiempo.
Primero todo lo de Byron y Teresa me sobra y en ese sentido él me parece un pretencioso con su opereta, desde el principio se ve que es una perdida de tiempo.
No me gusta como el protagonista considera a las mujeres y además tiene doble rasero. Para mí lo de la Melanie es una violación o como poco acoso. Lo que pasa que en realidad la voz de ella no la oímos. Solo la de él que en ningún momento reconoce lo que hizo realmente, solo lo maquilla y justifica. Tiene un problema con las mujeres y el sexo. Y con más cosas, claro, de hecho salvo su exmujer no hay ningún amigo por ahí.
También creo que este hombre entre otras cosas lo que tenia es una depresión de caballo además de ser un egoísta egocéntrico. Luego además tiene 52 años y ya habla de la vejez de una forma completamente derrotista.
Pero entonces llega la segunda parte del libro, a partir de C. 9 y especialmente en el 11., y todo lo anterior pasa a un segundo plano. Incluso cambia también el ritmo de la escritura. Cuando David está en Ciudad del Cabo, solo, es uno y cuando está donde su hija es otro. Pero es que además en el campo es un tipo diferente, porque claro, es su hija. Claro ejemplo de como cambia la percepción de las cosas según a quien o quien lo haga. Y es como si fuera una trampa por parte del autor. Parece que con todo eso quiera redimir a David y olvidarse un poco de la violación que comete él y de la que además no se arrepiente porque él no lo entiende así. Pasa algo parecido con el tema del perrera y los perros ¿Qué pretende? ¿qué lo veamos mas humano? ¿despertar nuestra compasión?. Aunque el símil del final con el perro de la pierna seca sí me ha gustado.
La hija y sus decisiones la verdad es que me resultan totalmente incomprensibles, me ha fundido del todo.
¿Y por qué el padre tenía tan claro que ella era lesbiana y que tomaba la píldora? Qué estupidez. Y además se ve que ya había abortado antes. |
Tengo la sensación de que empiezo a despotricar y no paro, me hierve la sangre porque además me da la sensación de que el autor nos la quiere meter doblada, y no. Paro ya