Tala - Thomas Bernhard

[az681]

Estoy acabando el libro y cada vez me convenzo más de que el autor deberia ser obligado a leerse como asignatura de civismo.Tal vez tras su lectura empezariamos a cambiar este pais.

[az681]

Ya he terminado de leer el libro,muy a mi pesar,pues es una lectura en la que deseas constantemente que no se acabe.Bernhart como siempre magistral,haciendo un uso muy particular del idioma y de la gramática que el modela y da forma a su antojo.Como telón de fondo la historia de ua sociedad,de una ciudad,la relación amor-odio con nuestro dia a dia.Simplemente magistral.

[Ivanovich]

Lo acabo de terminar y me estreno con Bernhard, pero seguro que no será el último que lea.

Literatura de muchos quilates, con un estilo personalísimo, frases largas, redondas, perfectas, que me recuerdan en cierto modo a Cortázar y con un constante recurso a la repetición de ideas y palabras dentro de la misma frase.

La novela, que está narrada en primera persona y sin puntos y aparte, es una durísima crítica de la sociedad artística de Viena en los años 80, una sociedad que se nos presenta como hipócrita, fingida, destructiva ….

La primera parte (aunque no hay una primera parte como tal) es un monólogo interior en el que el protagonista, invitado a una “cena de artistas”, adopta una posición de observador y critica ese mundo falso de los artistas al que él mismo pertenece y del que no es capaz de salir, un monólogo que fluye en el tiempo (desde los años 50 a los 80) y en el espacio, con suaves y constantes transiciones (la estructura sin puntos y aparte no es un capricho). El protagonista narra la historia desde un sillón de orejas en el que está sentado y a cada poco repite “…pensaba yo desde mi sillón de orejas”.

En la segunda parte, cambia el escenario de la narración, los artistas pasan al comedor y el mismo protagonista narra el diálogo que se produce durante la cena entre los artistas.

En algunos momentos la novela se resiste un poco, porque el autor prescinde de recursos fáciles para enganchar al autor y es algo repetitiva (además la estructura sin párrafos ni divisiones no ayuda), pero tiene una calidad magnífica.

Este libro me da la medida de un escritor muy peculiar, que como dice Madison en el post que abre el hilo, puede poner de los nervios a muchos ….. no es, desde luego, un autor facilón, es de los que te opone resistencia!

[madison]

Qué bien que te haya gustado Ivan

[Ivanovich]

Si Madi, aunque cuando uno termina de leerse este tipo de libros un poco "tormentosos" (en fondo y forma), tiene ganas de arrimarse luego un poquito a la lumbre y coger otro algo más cálido, más seductor!
Abrazos

[hoeman]

Lo acabo de terminar, mi segundo Bernhard, y ya tengo el tercero en la sala de espera. Aunque por su estilo exige concentración y sobretodo voluntad, su prosa y su forma de expresarse, más ese cinismo y humor negro, su locuacidad destructiva y por encima de todo su talento, crean adicción. Brutal: pero aún no sé si me ha encantado o no.

A mí me pareció una obra divertidísima, llena de humor, donde se mofa del lector, de la sociedad y de sí mismo; es pura contradicción y cinismo, aparte deja unas interesantes reflexiones (¿o sería mejro decir aseveraciones?) que machaconamente te incrusta en el cerebro. Pero en el caso de Bernhard, creo que podría defender cualquier postura, y resultar igual de convincente y perturbador.

[nosequé]

Será un libro estupendo pero se repite hasta hartar. Si quitáramos todas las frases iguales ¿Cuantas páginas tendría este libro? Aburrido, repetitivo y pelín pedante. Voy a terminarlo

[Aben Razín]

Breve y concisa,

[nosequé]

Acabado y enterrado.

Pero un pensamiento así no se toma en serio, pienso, aunque, sin embargo, como me costa, sólo esos pensamientos que no se toman en serio son y serán siempre, sólo esos pensamientos que no se toman en serio, siempre, los pensamientos mas serios. Pensamos sólo con esos pensamientos que no se toman en serio para poder sobrevivir, pienso.

Y todo esto desde mi sillón de lectura. Acabado y enterrado y siempre enterrado y acabado.

Po dio, como los hermanos Marx con su contrato

[Aben Razín]