Bueno, pues, ya he acabado una obra diferente a las que normalmente una está acostumbrada, pero satisfaciente... Corresponde, creo, a un perfil de lectores herederos de los juegos agresivos de los sesenta y setenta, un tipo de lectura que no se llena con el qué dice, sino que ahonda en el cómo lo dice y sobre todo en el por qué lo dice.
La
Última parte, "Una lámpara maravillosa" alterna un par de líneas argumentativas. Por una parte, una historia genial, que, muchos de los que tenemos cierta edad, suscribimos y con la que empatizamos, sin duda... Saladín asiste, desazonado, a las
últimas horas de vida de su padre, hasta su muerte... |
Es un relato sobrecogedor. Los que
hemos pasado horas junto a nuestro padre agonizante, lo entenderemos... ¡Qué magnífico relato! Es de lo mejor de la novela...
Por otra parte, se nos da luz sobre algunos de los relatos inscritos en la trama principal... ¿Por qué están, si no parecen afectar a nada de ella? Ahora, y solo ahora, al finalizar la lectura, creo entrever que se trata de la historia narrada en
, uno de cuyos protagonistas es Gibreel, el actor... ¡Oh! Era eso... no tenían relación, más que como parte del
de uno sus protagonistas... ¿Solo eso, de verdad? No... pero si queréis sacar más jugo, tendréis que leer la obra, como mamá klatubaradaniktó ha hecho...
Bueno... pues, una lectura no apta para cualquiera. Densa... pero muy gratificante si buscas
más allá de lo que pasa. Y hablo desde el convencimiento de que se me han escapado muchísimas cosas que nuestra civilización occidental no conoce... ¿ni conocerá?
Besos
klatubaradaniktó