La soledad del corredor de fondo - Alan Sillitoe

[Andromeda]

Quedas apuntado y de esta no te salvas.

[Maider]

Pero cuál se va a leer Gabo ¿sostiene pereira o la soledad del corredor de fondo.
Es que me he liado

[Maider]

Andromeda, si no pasa nada, mañana lo empezamos ¿no?

Además yo he dejado plantado el hombre que fue jueves así que estoy sin nada que leer.

[Andromeda]

Sí, mañana empezamos.

[Maider]

Ya lo he empezado, he leído los dos primeros capítulos.
Como bien dices, Gabo, es un libro, que ya desde el principio, se nota que es seco, como un puñetazo. A mí el primer capítulo, especialmente, me ha removido muchas cosas por dentro, por un lado me ha dejado descolocada, no esperaba algo así, por otro lado los razonamientos del chaval hacen que me sienta identifacada con muchos de los pensamientos y forma de entender la vida que él tiene y por otro lado también muestra una parte de mí que quisiera ser como él. Así que por el momento me está aportando una serie de cosas que me gustan mucho.

Sobre el final del segundo capítulo,

a pesar de saber de antemano que lo habían detenido por el robo en la panadería, no veais la rabia que me ha entrado cuando se han escapado los billetes de donde lo tenían escondido y el chico ha caído de esa forma tan tonta, sobretodo porque ya tenía el asunto medio dominado y me ha dado rabia.

Por ahora me está gustando mucho y también me resulta muy entretenido. Así que seguimos con él

[Andromeda]

Me gustó mucho el primer capítulo, Maider, por la libertad que se desprende del contacto con la naturaleza y que se refuerza a través de las ideas del muchacho, reflejo de una mente fresca e irónica. Él es transgresor por convicción y honrado de acuerdo a su punto de vista. Se habla desde una voz sin malicia y muy directa sobre sus propias verdades, las cuales no tienen que diferir mucho de lo que realmente ocurre en el mundo: "la guerra del gobierno no es su guerra."
"Lo que ellos creen que es la guerra es un suicidio, y a los que van a esa guerra y los matan deberían meterlos en la cárcel por intento de suicidio, pues eso es lo que piensan por dentro cuando corren a alistarse..."

Sobre el final del segundo capítulo,

a pesar de saber de antemano que lo habían detenido por el robo en la panadería, no veais la rabia que me ha entrado cuando se han escapado los billetes de donde lo tenían escondido y el chico ha caído de esa forma tan tonta, sobretodo porque ya tenía el asunto medio dominado y me ha dado rabia.

En este capítulo, más anecdótico, se refuerza el tono punzante y el gracioso descaro con el que el chico enfrenta la vida, muy al estilo picaresco.

También me dio ansiedad que los billetes salieran con el agua cuando estaba manejando tan bien la situación.

Me lo estoy pasando de lujo, lástima que sea tan cortito.

[Sue_Storm]

Me estáis poniendo los dientes tan largos que he rebuscado por casa y, mira por dónde, aquí sigue:

Sillitoe_1.jpg

Sillitoe_2.jpg

Así que lo empiezo hoy
Sois un par de sirenas seductoras, que lo sepáis.

[Andromeda]

Bienvenida, Sue, linda portada e ilustración, gracias.

Ya terminé, la conclusión de Gabo es estupenda:

Para mí es un libro seco y contundente como un buen puñetazo. Rezuma rabia contra el sistema y refleja una lúcida y voluntaria inadaptación social.

La tercera parte es muy buena porque refleja esa soledad de la que habla el título,

en la que el personaje puede transitar en cuerpo y mente con total libertad. Es un ser auténtico que se ha forjado a sí mismo y que no es capaz de sacrificar su congruencia interna por la del mundo que le rodea. Los trozos de su vida anterior van revelando que su punto de vista acerca de las cosas no es gratuita; las dificultades económicas y la visión acerca de los padres nos dan una buena idea del mundo marginal en que se ha desarrollado. El director nunca comprenderá su concepto de honradez, la enseñanza es infructuosa pero no para sí mismo, por más que el futuro se vislumbre tan oscuro.

[Maider]

A mí también me ha gustado ver el libro fisicamente y con ilustraciones, Sue.
Una buena idea que vuelvas a leerlo, porque merece la pena.

Yo como tú, Andromeda, lo acabo de terminar ahora mismo. ¡Qué pena que sea tan cortito! pero bueno, aplicaremos el dicho: lo bueno, si breve, dos veces bueno

No sé qué decir aparte de lo que ya habeis dicho, estoy de acuerdo con vosotros. A mí la parte que más me ha gustado es la última.

Lo que más me ha gustado, sin duda alguna, es la reflexión que hace mientras corre de la vida misma. Del tira pa lante como sea, de levantarse cuando uno se cae, de no dejar de correr (o de vivir) por muchos obstaculos que haya en el camino, de apretar los dientes y luchar y solo dejar de hacerlo cuando uno ya esté muerto. De mantenerse fiel a uno mismo, de obviar el qué diran los demás y vivir la vida como a uno le de la real gana, de ganar la guerra, pero la guerra de uno mismo, no aquella que nos ha impuesto la sociedad. Vaya, que es un libro que da mucha fuerza y te hace pensar bastante. Un personaje fascinante. Y hombre ¿cómo no? me ha encantado cuando se ha quedado ahí plantado delante de la línea de meta y no la ha pasado, eso ha estado que te mueres ha sido valiente, ha aceptado las consecuencias, en definitiva ha sido coherente y fiel a si mismo a la par que les da pal pelo a todos los barrigudos, como dice él, que sólo le quieren para colgarse trofeos a costa suya. He disfrutado mucho con ese momento. Lo he imaginado de tal forma que hasta podía ver las caras de los tipos esos

Total, que me ha gustado un montón. Yo también lo recomiendo, si es que además se lee en un plis y es una historia estupenda.

[Andromeda]

De mantenerse fiel a uno mismo, de obviar el qué diran los demás y vivir la vida como a uno le de la real gana, de ganar la guerra, pero la guerra de uno mismo, no aquella que nos ha impuesto la sociedad. Vaya, que es un libro que da mucha fuerza y te hace pensar bastante. Un personaje fascinante.

Sí, es magistral la forma en que el autor presenta, mediante unas cuantas pinceladas, la profunda complejidad que encierra el personaje.

Y hombre ¿cómo no? me ha encantado cuando se ha quedado ahí plantado delante de la línea de meta y no la ha pasado, eso ha estado que te mueres ha sido valiente, ha aceptado las consecuencias, en definitiva ha sido coherente y fiel a si mismo a la par que les da pal pelo a todos los barrigudos, como dice él, que sólo le quieren para colgarse trofeos a costa suya. He disfrutado mucho con ese momento. Lo he imaginado de tal forma que hasta podía ver las caras de los tipos esos

Yo sufrí un poco

al pensar en lo que vendría después, pero pudo sortear todas las dificultades con entereza, e incluso creo recordar que afirma que todo eso lo hizo más fuerte.

A ver qué nos comenta Sue para seguir destripando y .

[Maider]

Sí, al final comenta que la experiencia del reformatorio le enseño cosas y también le hizo ser más fuerte. Otro buen ejemplo de supervivencia en la vida, de todo se saca algo positivo, incluso de lo malo. Yo me he quedado muy contenta cuando al final del todo dice que dió un golpe de bastante dinero y que todavía sigue viviendo de ello, no puedo evitar sentir alegria por él, a pesar de como tú decías, Andromeda, el futuro del chaval se vislumbra muy oscuro.

[Andromeda]

Pues sí,

me parece que no podría ser de otra manera, y además al final hay una especie de juego de palabras: el amigo deberá buscar la manera de publicar el relato si la policía lo pilla de nuevo... Y está claro que ha llegado a nuestras manos. Pero quiero pensar que ese chico encontrará la alegría de vivir a su manera en cualquier sitio.

[Maider]

No me he dado cuenta en el juego de palabras que comentas,

pero claro, la cosa es que si le detienen de nuevo, el relato será publicado. Y como tú dices, el relato ha sido publicado puesto que ha llegado a nuestras manos. La verdad es que sí, yo también prefiero pensar como tú, que el prota será capaz de llevar una vida razonablemente feliz de la manera que sea.

[G.A.]

Acabo de terminarlo y me reafirmo en mis impresiones y comparto las vuestras. Este chico elige conscientemente su camino, en parte porque para gente como él la alternativa de una vida llena de pobreza y necesidad, de sacrificio infructuoso, resulta demasiado mediocre. Él decide vivir buscando la grandeza a través del camino más simple que encuentra, el único que se muestra allanado para gente como él. De haber nacido en otro lugar, en el seno de una familia adinerada, probablemente tendría el camino fácil hacia actividades no delictivas, pero ese camino le exigiría un esfuerzo que no está dispuesto a realizar, ya que para lo único que tienen fáciles las cosas las personas como él es para ser carne de cañón en el ejército y morir en algún frente que no es el suyo. Una solución demasiado vulgar para un joven de tanta valía.

En mi opinión, la idea fundamental de este libro, y quizás una de las grandes verdades de esta vida, se encuentra en este párrafo:

Trotaba junto a un prado bordeado por un sendero hondo, oliendo la hierba verde y la madreselva, y sentí como si descendiera de una larga estirpe de galgos de carrera entrenados para correr a dos patas, sólo que no conseguía ver a un conejo de juguete allí delante ni tampoco tenía detrás un palo que me obligara a mantener el paso. Adelanté al corredor de Gunthorpe que tenía la camiseta negra de sudor, y empezaba a ver la esquina del matorral de delante, donde el único tío al que me faltaba por adelantar para ganar la carrera iba a toda leche para llegar a la señal de la mitad de recorrido. Luego dobló metiéndose por una lengua de árboles y matojos donde ya no le pude ver, ni pude ver a nadie, y entonces conocí la soledad que siente el corredor de fondo corriendo campo a través y me di cuenta que por lo que a mí se refiere esta sensación era lo único honrado y verdadero que hay en el mundo, y comprendí que nunca cambiaría, sin importar para nada lo que sienta en algunos momentos raros, y sin importar tampoco lo que me digan los demás. El corredor que venía detrás debía de estar muy lejos porque había mucho silencio, y se notaba menos ruido y movimiento incluso que el que se nota una fría madrugada de invierno a las cinco. Era difícil de entender, y lo único que sabía era que uno tenía que correr, correr, correr, sin saber por qué está corriendo, pero uno seguía adelante atravesando campos que no entendía y metiéndose en bosques que le asustaban, subiendo lomas sin saber cómo había subido o bajado, y atravesando corrientes de agua que le habrían arrancado el corazón a uno de haber caído en ellas. Y el poste de la meta no era el final de eso, aunque un montón de gente le anime a uno, porque hay que seguir antes de haber recuperado el aliento, y la única vez en que uno se paraba de verdad era cuando tropezaba con el tronco de un árbol y se rompía la crisma o caía en un pozo abandonado y se quedaba muerto en la oscuridad para siempre. Así que pensaba: no me van a cazar con esta trampa de las carreras, con esto del correr tratando de ganar, con esto de trotar por un trozo de cinta azul, pues no es para nada un modo de pasárselo bien, aunque me juren por lo más sagrado que sí. No hay que hacer caso de nadie y seguir el propio camino, y no el que señale una hilera de gente con cubos de agua y frascos de yodo por si te caes y te cortas y ellos te ayudan a levantarte —aunque desees quedarte donde estás—, a ponerte en marcha otra vez.

[Maider]

Acabo de terminarlo y me reafirmo en mis impresiones y comparto las vuestras. Este chico elige conscientemente su camino, en parte porque para gente como él la alternativa de una vida llena de pobreza y necesidad, de sacrificio infructuoso, resulta demasiado mediocre. Él decide vivir buscando la grandeza a través del camino más simple que encuentra, el único que se muestra allanado para gente como él. De haber nacido en otro lugar, en el seno de una familia adinerada, probablemente tendría el camino fácil hacia actividades no delictivas, pero ese camino le exigiría un esfuerzo que no está dispuesto a realizar, ya que para lo único que tienen fáciles las cosas las personas como él es para ser carne de cañón en el ejército y morir en algún frente que no es el suyo. Una solución demasiado vulgar para un joven de tanta valía.

En mi opinión, la idea fundamental de este libro, y quizás una de las grandes verdades de esta vida, se encuentra en este párrafo:

Trotaba junto a un prado bordeado por un sendero hondo, oliendo la hierba verde y la madreselva, y sentí como si descendiera de una larga estirpe de galgos de carrera entrenados para correr a dos patas, sólo que no conseguía ver a un conejo de juguete allí delante ni tampoco tenía detrás un palo que me obligara a mantener el paso. Adelanté al corredor de Gunthorpe que tenía la camiseta negra de sudor, y empezaba a ver la esquina del matorral de delante, donde el único tío al que me faltaba por adelantar para ganar la carrera iba a toda leche para llegar a la señal de la mitad de recorrido. Luego dobló metiéndose por una lengua de árboles y matojos donde ya no le pude ver, ni pude ver a nadie, y entonces conocí la soledad que siente el corredor de fondo corriendo campo a través y me di cuenta que por lo que a mí se refiere esta sensación era lo único honrado y verdadero que hay en el mundo, y comprendí que nunca cambiaría, sin importar para nada lo que sienta en algunos momentos raros, y sin importar tampoco lo que me digan los demás. El corredor que venía detrás debía de estar muy lejos porque había mucho silencio, y se notaba menos ruido y movimiento incluso que el que se nota una fría madrugada de invierno a las cinco. Era difícil de entender, y lo único que sabía era que uno tenía que correr, correr, correr, sin saber por qué está corriendo, pero uno seguía adelante atravesando campos que no entendía y metiéndose en bosques que le asustaban, subiendo lomas sin saber cómo había subido o bajado, y atravesando corrientes de agua que le habrían arrancado el corazón a uno de haber caído en ellas. Y el poste de la meta no era el final de eso, aunque un montón de gente le anime a uno, porque hay que seguir antes de haber recuperado el aliento, y la única vez en que uno se paraba de verdad era cuando tropezaba con el tronco de un árbol y se rompía la crisma o caía en un pozo abandonado y se quedaba muerto en la oscuridad para siempre. Así que pensaba: no me van a cazar con esta trampa de las carreras, con esto del correr tratando de ganar, con esto de trotar por un trozo de cinta azul, pues no es para nada un modo de pasárselo bien, aunque me juren por lo más sagrado que sí. No hay que hacer caso de nadie y seguir el propio camino, y no el que señale una hilera de gente con cubos de agua y frascos de yodo por si te caes y te cortas y ellos te ayudan a levantarte —aunque desees quedarte donde estás—, a ponerte en marcha otra vez.

Precisamente, Gabo, encontre la comparación con la vida en ese parrafo que citas. Para mí lo que has escrito es lo que da sentido a todo el libro. Yo, lo he aplicado todo lo que dice sobre el corredor de fondo como si a la vida en si se tratase. De ahí mi primer mensaje después de haber terminado el relato.