Esa frase podría ser de Pilar Pedraza, Julia.
Babel escribió:Si, hace unas descripciones muy intensas y sensoriales
. Las referidas a olores y sabores son muy originales porque establece comparaciones que resultan curiosas, como la del hielo sucio que mencionas.
Me encanta la mirada tan penetrante ante todo lo que la rodea; esos recursos sensoriales redondean muy bien la percepción psicológica que poco a poco se va agudizando en ella.
¿Y qué os parece el personaje? A mí la Eleanor-niña me parece que está conseguidísima, con anécdotas que algunas veces no parecen muy trascendentales (y otras que sí) logra crear una personalidad completísima, coherente y llena de matices.
Igual que el hermano, Stephen, aunque sabemos algo menos de él si que se percibe una relación fraternal bastante típica de rivalidad y cariño. Y esto me recuerda a otro par de hermanos que conocimos recientemente pero con una relación muy distinta.
Es muy bueno el retrato de toda la parte infantil tan inocente en muchas cosas pero terrible en otras; también me está gustando mucho la forma en la que Elaine traslada todas esas vivencias al presente en una especie de confusión entre la realidad, los recuerdos y la fantasía en la que todos nos podemos reconocer al pensar en aspectos del pasado. La relación con Stephen es estupenda (al menos hasta lo que llevo leído), incluso aflora el instinto protector de la chica al comprobar que
la incipiente relación de noviazgo de su hermano le ha alterado el carácter. |
Andrómeda, a mí también me llamó la atención lo del pulmón de acero.
Gracias por la foto.
Yo me hubiera asustado con semejante amenaza.
Solo he podido leer hasta el (sub) capítulo 23, los fines de semana se me complica mucho disponer de tiempo libre y si a eso añado que no leo con la velocidad en que lo haría en español, seguro que estoy atrasadísima.
Es triste comprobar que las afirmaciones de Elaine son muy reales en cuanto a que las pequeñas y adorables niñas únicamente se vislumbran como tales desde la concepción adulta, mientras que desde la igualdad de la niñez a veces no es más que una fiera la que se tiene delante. El punto de vista en primera persona acentúa el horror porque no sabemos
lo que piensan las otras niñas, pero el episodio del encierro en el agujero debió ser tan traumático que Elaine apenas lo recuerda, al igual que su cumpleaños número nueve. De vuelta a la realidad se siente tan señalada y disminuida como cuando niña, tal como ocurre con la periodista de la galería. Los miedos e inseguridades al parecer no la abandonaron nunca, o quizá únicamente se trata del reflejo de los recuerdos que la perturban durante su estancia en ese lugar. |
Espero poder avanzar un poco más esta noche.