¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre libros y autores

LOS INFINITOS
de BANVILLE, JOHN
ANAGRAMA
14.0x22.0 cm
296 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788433975447
Colección: PANORAMA NARRATIVA (ANAGR
Nº Edición:1ª
Año de edición:2010
Plaza edición: BARCELONA
19.50€
En un lento y largo día de verano, la familia Godley se ha reunido en Arden, su finca, locus amoenus en medio de una verde campiña a pocos minutos de un antiguo lugar sagrado pero no muy lejos de las vías del tren. Adam, el hijo mayor, ha llegado el día antes con su esposa Helen. Son los únicos que no viven allí y han venido porque el viejo Adam Godley, un respetado, admirado y exaltado matemático, ha sufrido un ictus cerebral y se está muriendo.
Toda la familia ya está en la casa, esperando –o no– la muerte del padre. Junto al gran protagonista de este soleado día de adioses y de dioses, están Ursula, su segunda esposa, madre de Adam y de su hermana Petra, y Helen, la mujer del joven Adam, bella como la homérica Helena por la que tantas naves se hicieron a la mar. También entran y salen de la escena –porque esta admirable novela es, además, una tragicomedia de entradas y salidas con aires de película de la época más dorada y dionisíaca del cine– Ivy Blount, la última descendiente de los nobles del lugar que ahora es la criada de la familia, y Duffy, un campesino que se ocupa de lo poco que queda de la ganadería de la finca. Más tarde vendrán Roddy Wagstaff, un modernillo que oscila entre el dandismo y la ambigüedad sexual y que corteja a la angustiada Petra pero está interesado en el gran Adam Godley, de quien quiere ser el biógrafo autorizado. Y Benny Grace, más viejo y más indescifrable que Roddy, quizá un colega de Adam Godley, o un compañero de antiguas correrías nada santas. Aunque puede que Benny sea también el dios Pan, que junto a otras deidades mayores y menores es uno de los personajes de esta luminosa y numinosa historia sobre los mortales, sus angustias e incertidumbres y sobre la dolorosa inmortalidad de los dioses, que copulan con los hombres e interfieren en sus vidas solo para intentar experimentar esa mortalidad que anhelan.
casa del libro

Lo que llevo leido del libro me está gustando mucho.
Prefiero leerle cuando escribe como John Banville y no con el alias Benjamin Black.

Y luego está la cuestión del tiempo.¿Qué es por ejemplo un instante? Horas, minutos, segundos, ésos incluso resultan comprensibles, porque pueden medirse con el reloj, pero ¿ qué quiere decir la gente cuando habla de un momento, un rato- un santiamén-, un abrir y cerrar de ojos? Sólo son palabras, desde luego, pero rondan abismos silenciosos. ¿Fluye realmente el tiempo o es una sucesión de instantes inquietos que avanzan con tal rapidez que nos parecen unirse en una sola oleada inquebrantable? O es simplemente una gran quietud, que se extiende en todas direcciones, a través de la cual nos movemos como nadadores arrostrando un mar apático, infinito?.¿Y por qué ha de variar?. ¿Por qué el tiempo de un dolor de muelas es tan diferente del tiempo que pasa comiendo una golosina, uno de los muchos dulces que con el tiempo van a causarle otra caries? Hay luces en el cielo que se alejaron de su fuente hace mil millones de años. Pero ¿son luces? No, sólo luz, fluyendo sin cesar, moviéndose, a cada instante.
Todo se difumina por los bordes, todo se filtra por todo lo demás. Nada está aparte.
¿Estará muy lejos ya el tren de la mañana? ¿Le ha hecho ya su mujer la visita matinal?
Las aguas del tiempo se enturbian, las figuras parpadean en silencio.
Pág. 72


Está repasando en su cabeza la antiquísima y severa indagación. Cuando habla, ella no oye su voz sino la de su cónyuge, siente el familiar aliento de su marido flotando sobre sus pechos, céfiro errante. Familiar pero, debe decirse en términos mundanos, dulce y desconocido, pero a esta hora temprana cargada de sueños. Porque, ¡ay!, vaya si tienden a apestar por la mañana.
-¿Puede estar enamorada la gente casada?-pregunta, con la misma voz del joven Adam-. Es decir, ¿siguen queriéndose tan intensa, tan desesperadamente, como cuando eran amantes?

-Mmm- dice ella, y se remueve, apretándose aún más contra él, haciendo que la maraña de vello seco y viejo de su entrepierna cruja como un lecho de espinas-. Vaya cosas que preguntas, y en qué momento.
Con el brazo sobre el vientre de ella, su mano, grande y áspera, le acaricia el cálido muslo.
Ya sabes- le dice- que no es tu marido quien está aquí, ahora.
¿Quién entonces?- pregunta ella
-Pués tu amante, por supuesto
-Ah, sí- contesta ella con un blando suspiro, satisfecha, acurrucándose aún más-, él también
Pág. 77

madison,
al final... ¿te gustó esta novela? ¿Mucho o poco? ¿Más o menos que El mar? Es que en el hilo de El intocable, te he leído que es rara de narices (creo te referías a ésta). Y eso me ha hecho levantar las orejas, porque ya sabes que no soy demasiado amigo de lo raro.

No lo he terminado primo, quizá necesito un empujoncito por ejemplo ...de ti.
Es un libro raro de

cojones

el caso es que está muy bien, ahora que ha trancurrido unos días lo recuedo como algo genial, pero leches...

¿te apuntas?

madison escribió:No lo he terminado primo, quizá necesito un empujoncito por ejemplo ...de ti.
Es un libro raro de

cojones

el caso es que está muy bien, ahora que ha trancurrido unos días lo recuedo como algo genial, pero leches...

¿te apuntas?

Madison, en este caso declino tu invitación (aunque te la agradezco). No me apetece ponerme de inmediato con otro Banville, y además te confieso que a "Los infinitos" en particular le tengo mis reservas, ya que es la segunda vez que dices que es raro (aunque va cambiando el atributo corporal vinculado a la rareza ) y, para colmo, se te había quedado encallado...

Sin embargo, he visto en el otro hilo que no has leído "El intocable", y ése por ahora me atrae más (aunque no para leerlo de inmediato). Así que me anoto "El intocable", al igual que el otro día apunté "Warlock", para que cuando uno de los dos se disponga a leerlo avise por si al otro le apetece.

Ahora pensaba ponerme con "Adios, hasta mañana", aunque he visto por ahí que van a leer "La dama del alba" en un mc de teatro y quizá le haga hueco (si lo encuentro mañana en alguna librería).

Con, Adios hasta mañana disfrutarás de lo lindo, el autor siempre me recuerda algo a Stegner ¿has leido La hoja plegada?

madison escribió:Con, Adios hasta mañana disfrutarás de lo lindo, el autor siempre me recuerda algo a Stegner ¿has leido La hoja plegada?

Lo único que he leído hasta ahora de Maxwell ha sido Vinieron como golondrinas. Como me gustó y además me dijisteis que las demás también estaban bien, me compré Adios, hasta mañana y La hoja plegada, las cuales llevan unos meses esperándome. Voy a leer primero Adios, hasta mañana.

Voy por la mitad, aproximadamente.
Es un libro cuya lectura resultaría difícil compaginar con otra. Requiere del lector una atención absoluta. Se desarrolla como una gran madeja de hilos que se esparcen en el tiempo y en el espacio, con apariciones de personajes que ya no existen y cuya ausencia da pie a la presencia de otros. Cada párrafo encierra múltiples significados, pongo uno de ejemplo:
el personaje central se ha quedado viudo. Hace un viaje a Italia, está comiendo en un restaurante y se acerca un desconocido, hablan y al rato el protagonista hace el amor con una joven que el desconocido le ha "proporcionado". Al terminar:

Le habla de Dorothy, que ha muerto. Se maravilla de lo fácil que le resulta, de pronto, contárselo a ella, en voz alta, sin que entienda una palabra.


En pocas líneas se sugiera la idea de la incomunicación, de lo que necesita afrontar y para ello decirse a sí mismo, de la necesidad de hablar de la muerta y de la muerte, de la ausencia de vergüenza que le permite hacerlo sabiendo que ella no entiende nada. Es una fase del proceso de duelo que el autor apunta en dos frases de forma muy acertada.

La estoy terminando. Es una gran novela. No es que sea de difícil lectura pero se pasan las páginas sin prisa, disfrutando de la lectura, recreándose en los detalles, en las magníficas descripciones, en el estilo soberbio, en las imágenes, en la historia que subyace a la agonía del protagonista. Casi toda la narración se hace en boca de un dios pero en algunos capítulos quien habla es el agonizante Adam. En un pasaje se queja del sitio al que le han llevado y en el que le mantienen a oscuras o en penumbra y dice esto:

Cuando llegue la hora, y ya no puede tardar mucho, quiero morir a la luz, como un árbol viejo alimentándose por última vez con el resplandor del mundo.

Es un detalle de la cuidada prosa del autor, una prosa que, al menos a mí, me parece magistral, muy elaborada y nada pretenciosa.

Yuri escribió:Es un detalle de la cuidada prosa del autor, una prosa que, al menos a mí, me parece magistral, muy elaborada y nada pretenciosa.

Es verdad, utiliza una prosa perfecta, a mi también me parece magistral. Todavía no me he puesto con este libro desde que lo dejé, repito que quizá entonces no fue un buen momento, pero con El mar quedé maravillada y con Imposturas todavía más.
Es uno de los mejores autores que publican actualmente.

Terminada.
Una novela magníficamente escrita. El argumento no es, en su desarrollo lineal, especialmente original, ni los personajes son de esos que se recuerdan por la fuerza con que actúan o la personalidad tan arrolladora que tienen. Eso sí...

...el dios Hermes como narrador es algo indudablemente original, así como la teoría filosófico-científica que desarrolló Adam y echó por tierra los cimientos de la relatividad.

Lo que me ha gustado sobre todo es la forma de escribir y los profundos pensamientos que va dejando caer el autor a lo largo de la novela. Copio uno entre muchos que me han gustado especialmente, cuando el protagonista se plantea si ha hecho con su vida lo mejor:

Y eso que nunca he cogido del todo el tranquillo a la vida. Otros parecen arreglárselas bastante bien:simplemente, la viven, o la dejan pasar; quizá sea ese el secreto, no tanto vivir como ser vivido, limitarse a que la vida misma haga el trabajo.

Es una idea que me recuerda a la visión taoísta de la vida, que considera a esta como un río al que hay que adaptarse, que sea la corriente la que nos impulse y a la que oponerse resulta inútil.
Muy buena novela, la recomiendo. Creo que pronto volveré a leer algo de Banville, con cualquiera de los nombres con que firma.

Qué bien que haya tantos comentarios positivos! Una de mis próximas lecturas. No he leído nada de Banville, pero tengo curiosidad, como dijeron que sonaba para los Premios Príncipe de Asturias... Tengo que documentarme sobre este escritor, aunque dicen que es mejor "El mar"....
Pronto vengo a comentar.

Huy Paul! empezar a leer a Banville con este libro yo particularmente no te lo recomiendo, sí lo hago con Imposturas, pero bueno, ya digo es solo mi opinión
Ya contarás

madison escribió:Huy Paul! empezar a leer a Banville con este libro yo particularmente no te lo recomiendo, sí lo hago con Imposturas, pero bueno, ya digo es solo mi opinión
Ya contarás

Pues desoyendo tu consejo me he puesto con él... Y la verdad es que me está gustando! A 80 páginas para el final, me gusta el ambiente que crea el autor, con los dioses campando por la casa y con los personajes (con unas personalidades increíbles) un tanto perdidos. Se lee muy seguido, a pesar de que escribe de una manera poco común, enseguida te metes en el hilo de los acontecimientos. Aunque hay cosas que no llego a captar, seguro, entre los sueños de dioses y hombres... Cuando llega

Benny Grace, al que no esperan (y que parece otra divinidad hecha hombre), la historia da un giro, y vamos más al pasado, alejándonos del presente y las circunstancias de los personajes. Habrá algo más allá de la Teoría de los Infinitos, para que se presente a visitar al patriarca?

Un drama clásico en toda regla!
Hoy lo acabo....