Terminada la segunda parte. Genial, sublime
sin palabras
La primera parte me encantó, pero la segunda me ha gustado muchísima más, como si la primera fuera solo un pequeño adelanto, una puesta en escena para desencadenar todo lo demás.
Y este libro me está resultando muy diferente a las otras dos novelas que he leído de Fallada, y eso me gusta, porque aquí no es menos Fallada, lleva su firma, la de plasmar ese contexto tan bien (porque aunque es un contexto de por sí interesante, él sabe manejarlo todo a la perfección, los personajes, los escenarios, los diálogos, los sucesos), y sin embargo, es otro tipo de novela, con muchos diálogos, otro tipo de personajes más colectivos. Y aunque en
Pequeño hombre hay algun toquecito de humor, en esta novela hay muchos momentos algo cómicos, y no habíamos visto a Fallada en ese registro, ¿no? Aunque muchas veces no sea un ingrediente de "chiste", sino que lo veamos nosotros así, casi ridículo, más tirando a caricatura
Como cuando los agricultores, entre sus
exigencias, introducen la de recuperar su bandera. Podemos decir: "Hala, que coña", y "jijijaja", pero cuántas veces no hay reivindicaciones de lo más estúpidas y cabezonas en casos reales e importantes... |
Aunque en otros momentos, diálogos y situaciones (como la que mencionas, cuando a
caban todos "de cañas", en la reunión del comité de conciliación), creo que sí está intentando darle ese toque a la novela. |
Eyre escribió:Voy a empezar el capítulo 4 de la segunda parte.
Los personajes están tomando posiciones: los agricultores
han organizado un boicot contra la ciudad de Altholm como castigo por la carga policial durante la manifestación y el silencio cómplice de sus habitantes. |
Los ciudadanos de Altholm, los representantes de cada gremio y sector, se han reunido en asamblea para debatir la manera de actuar ante esa situación e intentar encontrar una solución.
Las propuestas del alcalde Gareis para contrarrestar el boicot no han sido bien recibidas; los demás, en cambio, han propuesto formar un comité de reconciliación que negocie con los agricultores.
No sé si Gareis tendrá razón o no, pero me parece un poco testarudo: si no se hace lo que él dice, no quiere saber nada, se lava las manos |
Gareis
me sacaba de quicio. Aunque también he de decir que aquí los personajes evolucionan rápido, pero no ilógicamente, ni sin sentido, así que hoy vengo y digo una cosa, y mañana llego y salto otra |
Eyre escribió:La situación es seria, pero Fallada no pierde la ocasión de introducir escenas cómicas: las discusiones durante la asamblea han tenido su gracia, por no mencionar los datos que ofrece Stein sobre el dinero que ahorraría la ciudad
al no celebrarse la competición hípica en Altholm, ya que las mujeres no se quedarían embarazadas de los agricultores ni tendrían niños de los que no se suelen hacer cargo y de los que tiene que ocuparse la municipalidad. Increíble |
También, en el capítulo 3:
los del comité de reconciliación han terminado de juerga mientras discutían y votaban la manera de proceder tras el fracaso de las negociaciones con los agricultores |
Ha sido un despiporre
Creo que Fallada llevaba dentro ese toque cómico que no le conocíamos, y que tal vez en otras historias no puede sacar, pues el contexto es muy diferente, evidentemente. Sin embargo, aquí,
teniendo en cuenta que uno no sabe lo que va a venir, o que lo que va a venir es tan fatídico, es un tema que, siendo serio y pudiendo llegar a ser grave, todavía se puede tratar con ese toquecito de humor. Tú imagínatelo, por ejemplo, en Solo en Berlín, pues evidentemente, ahí no tiene cabida... |
Eyre escribió:Volviendo a los periodistas
Stuff tiene las manos atadas a la hora de escribir, siguen censurándole, pero ha encontrado la manera de publicar ataques contra la alcaldía y la policía. Tiene su parte de razón, pero... |
Lo que me pregunto es si haría lo mismo de ostentar la alcaldía otro partido o simplemente es por la aversión que siente por el SPD. Y no quiero hablar
Aunque no es el tema principal, o el grupo principal, porque realmente está muy nivelado el protagonismo de unos y otros, este aspecto es uno de los más interesantes, para mi gusto, de la novela. Me encanta ver
cómo afecta, cómo todo el mundo quiere manejarlos, cómo ellos se dejan manejar, siempre teniendo en cuenta sus beneficios. Es decir, es indignante, pero es interesante ver cómo funciona, porque Fallada lo refleja muy muy bien. Tenemos a los periodistas locales, tenemos al "magnate" de la prensa, y tenemos el teatrillo de alrededor, los que manejan o intentan manejar los medios. |
Eyre escribió:"La gente no entiende lo que ha ocurrido hasta que lo lee en los periódicos. Hasta entonces, nada ha pasado"
La verdad es que Fallada mete unas cuántas, sus diálogos no tienen desperdicio. Lo peor de esta es que tenía toda la razón, especialmente en ese momento. Ahora esa frase todavía se puede aplicar, pero en una medida mucho menor, porque hay muchas más voces, medios y vías. Pero es que entonces era totalmente cierto, no había Internet, no había Twitter, no había tanta libertad tampoco para dar cuatro gritos en la calle.
Eyre escribió:
Terminé la
segunda parte. Me encanta lo interesante que está la historia y los giros que se producen, las vueltas que está dando
Los personajes son una panda de intrigantes: maquinan, se alían o se dan la puñalada según les conviene (¿el fin justifica los medios?), en cualquier momento pueden cambiar las tornas.
Es que es genial!! Engancha desde el principio, pero va de más a más mejor. Y los giros son geniales, cada vez piensas una cosa diferente de los personajes, y en eso si es Fallada 100%
Eyre escribió:Tredup:
se ha movido entre dos aguas (o entre tres o cuatro ). Finalmente, ha traicionado a Stuff para hacerse con el puesto de editor. Pero Stuff ya está cansado de todo, así que le da igual, se marcha. |
Un ejemplo
de lo que decías arriba. A mí, al principio, Tredup me daba lastimilla, era uno de los personajes con los que más empatizaba (aunque tal vez esta no sea la palabra). Pues le he cogido hasta tirria, no me gusta nada. Me da igual que cada uno tenga que salvar su trasero, no lo soporto. Y sin embargo Stuff, me era más indiferente, desde fuera no me gustaba, y al final mira... Bueno, y tanto que al final mira, que esto también puede dar un giro en mi percepción |
Eyre escribió:Gareis
también está harto, quiere dejar la política y el pueblo. Pienso que Stuff y él tienen más cosas en común de lo que parece, pero sus diferencias políticas son irreconciliables. |
Lo genial de leer en grupito de dos
No había caído en que
Gareis y Stuff tengan ese punto común, pero ahora que lo dices, tienes toda la razón, a pesar de que tengan ideologías totalmente opuestas, comparten muchas cosas. |
Pff, tenía unas cuántas esquinitas marcadas (sí, hay gente que me mataría por ello), pero creo que hoy he rajado de lo lindo
Es que hay algunos capítulos especialmente geniales. Y también era básicamente sobre el
boicot, el comité de reconciliación, |
las exigencias de unos y otros, sus extremismos
, el poder de los
townies y sus tejemanejes
(el juego sucio y las amenazas están a la orden del día, y donde mejor se ve es en el tema de la prensa, vaya peligro que tienen todos). |
Y no quería olvidar comentar algo fundamental en la trama, claro, que sucede cuando Gareis le explica a Hüppchen
que lo de no beber, no fumar y no comer carne puede funcionar en Berlín o Leipzig, pero no en Altholm Y le cuenta la anécdota de la limonada Y le confiesa que él salió elegido por ser gordo, que de ser atlético, por mucho que fuera el doble de diligente, nunca habría ganado las elecciones |
Sí, era importante para mí, casi me muero, que encima
el doctor aún se va dándole las gracias a Gareis. |
¡¡A por el juicio final!!