No digo quien es, si quiere que lo diga ella. Pero esta propuesta es algo que debía al Club de Lectura desde el año pasado.
Son todo libros que tengo en pendientes, de esos que se compran por aquello del tsundoku; así que salga el que salga me ayudáis a aligerar la pila.
Cluny Brown, Margery Sharp
La cubierta es preciosa, aunque fresas con té como que no pegan, quizás es una infusió de fresas. Y eso me lleva a que parece un libro interesante con algo de humor, inglés eso sí, y que se presta a , con infusión o sin ella.Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con las extravagancias de su sobrina Cluny. Después de frecuentar el Ritz como una gran señora y de dejarse seducir alegremente por un cliente, su tío decide mandarla como sirvienta a Friars Carmel, una encantadora mansión campestre. Allí la esperan, entre otros, lady Carmel, su patrona, siempre metida entre sus flores; su hijo Andrew, que acaba de traerse de Londres a Adam Belinski, un prometedor escritor polaco supuestamente perseguido por los nazis; o el comedido Jonathan Wilson, boticario del pueblo y perfecto polo opuesto de Cluny. En ese apacible rincón de Inglaterra, el mundo se abre maravillosamente para Cluny Brown, y ella está más decidida que nunca a seguir haciendo lo que no se espera de ella...
A prueba de fuego, Javier Moro
Ni hilo tiene en el foro, pero no se lo pienso abrir yo . Me gusta que me descubran vidas de gente desconocida pero que han sido significativas de alguna forma o en algún momento.Nueva York 1881: en uno de los barrios más populares malviven el pequeño Rafaelito y su padre, Rafael, un reputado maestro de obras valenciano que lucha por demostrar su talento en la gran urbe. Lo acecha la ruina absoluta. Pero gracias a su genio infatigable, ese hombre alcanzará fama y fortuna al construir los edificios emblemáticos que han dado su perfil a Nueva York. Javier Moro nos presenta al singularísimo Rafael Guastavino, un auténtico genio de la construcción que deslumbró a los grandes magnates norteamericanos, conquistados por las técnicas que empleaba en sus obras para evitar los incendios, el mayor mal de las megalópolis del siglo XIX. Tuvo una vida jalonada de éxitos: de su estudio salieron construcciones tan «neoyorquinas» como la Estación Central, el gran hall de la isla de Ellis, parte del metro, el Carnegie Hall o el Museo Americano de Historia Natural.
Los asquerosos, Santiago Lorenzo
Se ve que despierta amores y odios este libro, no tiene término medio. Igual tiene una fama algo hinchada, pero puede ser divertido ver que pasa en el CL.Manuel acuchilla a un policía antidisturbios que quería pegarle. Huye. Se esconde en una aldea abandonada. Sobrevive de libros Austral, vegetales de los alrededores, una pequeña compra en el Lidl que le envía su tío. Y se da cuenta de que cuanto menos tiene, menos necesita. Un thriller estático, una versión de Robinson Crusoe ambientada en la España vacía, una redefinición del concepto «austeridad». Una historia que nos hace plantearnos si los únicos sanos son los que saben que esta sociedad está enferma. Santiago Lorenzo ha escrito su novela más rabiosamente política, lírica y hermosa.
Hamnet, Maggie O'Farrel
Otro del que todo el mundo, por ahora, habla maravillas, en este caso parece que no son infundadas ni mediáticas, aún no he visto crítica mala.Año 1596, Stratford-upon-Avon, Inglaterra. La vida de Agnes transcurre plácidamente junto a su marido y sus tres hijos. Ella cultiva plantas medicinales mientras William trabaja en Londres. El destino, sin embargo, les reservará un duro golpe cuando su hijo Hamnet, de once años, muera repentinamente tras contraer la peste. A raíz de esta tragedia, su padre creará uno de los grandes personajes de la literatura universal, de nombre casi idéntico al de su hijo. Pero este libro no habla de famosos sucesos sino de algo íntimo y olvidado: la vida de esta familia, y especialmente la de la mujer que la sostenía y que tuvo que cargar con una insoportable pérdida.
En la ciudad de los muertos[/v], José María Latorre
Tras la muerte de su marido, Andrea deja Budapest y se traslada con su hijo a una pequeña villa provinciana para trabajar clasificando la biblioteca del castillo de Janos Koltái, un solitario aristócrata sobre el que circulan siniestros rumores. Pese a que la razón le impulsa a marcharse, algo sobrenatural la retiene en Mirosczavá, donde todas sus creencias se verán puestas en duda ante la promesa de la felicidad… incluso más allá de la muerte, tal vez eterna.
Este miedo me da , que a nadie le asuste el género.