Lo primero es desearos a todos un año genial, lleno de buenas (y malas, porque no, si no tampoco podríamos valorar las buenas) lecturas y un deseo para el CL: que reflote un poco y se haga más... multitudinario e irreverente, al estilo del día de la toalla o así
Y aquí están las propuestas que nos ha hecho la Ente de este mes que ya deberíais todos saber quién es y que, además, me lo ha enviado todo tan maqueadito que no he tenido que hacer nada, más que escribir la introducción. Espero que os gusten:
“Como me ha tocado ser Ante-Ente y buscar propuestas para el mes de Febrero, no se me ha ocurrido nada más original que jugar con las letras del mes y, en plan cuasi-acróstico, buscar un título con cada una de las que no se repiten que, menos mal, son cinco . A saber:
Fouché, de Stefan Zweig
Entre naranjos, de Vicente Blasco IbáñezLa ambición y la intriga son las únicas pasiones de este hombre político, carente de escrúpulos y moral, que navega a través de las convulsiones sociales y políticas de la Francia revolucionaria y del imperio sin mudar el gesto. Como muy bien dice Zweig: "Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché".
Barnaby Rudge, Charles DickensLa novela narra la historia de Rafael Brull, el único hijo de la familia con más poder de la pequeña localidad valenciana de Alcira. Tras la muerte de su padre, un político sin escrúpulos corrompido por el poder, Rafael decide hacerse cargo del negocio familiar - la plantación y distribución de naranjas -, así como continuar la carrera política emprendida por su padre.
Ruinas, Rosalía de CastroLa violencia de las multitudes fascinaba y angustiaba a Charles Dickens. Barnaby Rudge es el resultado de ese interés y de sus reflexiones sobre la propiedad y los fanatismos religiosos.
La novela se publicó por entregas en 1841 en el semanario Master Humphrey's Clock.
Los personajes son la esencia de Dickens y uno de los destacables en esta novela es el aprendiz de cerrajero, Sim Tappertit, un hombrecillo que estaba convencido de tener una magnífica estatura, de poseer un talento extraordinario y un notable atractivo para las damas y de estar destinado a hacer grandes cosas en la vida.
Los ojos cerrados, de Edurne PortelaRuinas, de Rosalía de Castro, es una entrañable historia centrada en la sólida amistad y solidaridad entre tres habitantes de una pequeña villa gallega, ejemplares por sus valores morales, pero inadaptados en un medio social opresivo a causa de su independencia y libertad.
La brillante prosa de Rosalía, cincelada en un quehacer poético de una maestría inconmensurable, se despliega en esta pequeña gran obra en todo su esplendor literario y humano.
Como veis, cada uno es de su padre y de su madre, ha salido un listado considerablemente marciano, aunque espero que entretenido.Los ojos cerrados es una novela de un solo lugar, un pueblo que podría tener cualquier nombre y que por eso se llama Pueblo Chico. Pueblo Chico está anclado en una sierra agreste que a veces se cubre de niebla, otras de nieve, una sierra en la que a veces se pierden los animales, desaparecen las personas. En el pueblo vive Pedro, el anciano protagonista de esta novela, depositario de secretos que rodean a la violencia que ha atravesado el lugar durante décadas. Cuando Ariadna llega a Pueblo Chico por motivos al principio poco claros, Pedro la observa y vigila, mientras Ariadna va desvelando su propia vinculación con la historia silenciada del lugar.
Y sin más, deseando picar un poco la curiosidad de l@s minicluber@s con alguno de los títulos, os dejo con los desbarres y decisiones varias “