El problema es que la cantidad de "periodistas" fake, que difaman sin problema, y a día de hoy con el trumpismo rampante que existe en la sociedad en general, esos "periodistas" abundan, y de vez en cuando incluso son condenados ¿y? Uno de los casos más sangrantes, y se ha dado recientemente en política, es la connivencia entre este tipo de "periodistas", policías corruptos, Ministerio del interior, y jueces, para hundir a determinados políticos, con los que no comulgo en absoluto, pero que defiendo porque hay que defender la democracia, y está bastante en peligro, ¿qué fue del caso Dina, Venezuela, niñera, etc...? Nada, y ocuparon portadas y tertulias durante años.
En fin. Volviendo al libro. Ya he terminado. Mi edición contiene el anexo a los diez años de su publicación. Como el autor comenta no es el Bild, pero este representa perfectamente a El PERIÓDICO, por lo que podría serlo perfectamente, habla de sus conexiones con el poder, y de que es una novela panfletaria, porque simplemente cuenta una historia de amor que se complica por la circunstancia de que él era un delincuente, había
robado la caja, y había desertado, pero ni era un asesino, ni un terrorista, |
Y a partir de un delito bastante común, simplemente por circunstancias que les interesa tanto a la policía como a los "periodistas", el caso se hincha, para acabar arruinando a todos los que tuvieran alguna relación con Katarina, menos, obviamente,
el empresario-político conservador, que sale de rositas y se convierte en una víctima. |
Hay dardos para todos: uno que era nazi y entonces eso le había evitado llamar la atención, sin embargo Trude es Trude la roja, y hay un párroco que huele comunistas. La doble moral, ella recibe caballeros, cuando no es así, pero ¿a quién le interesa la verdad? Tenemos a los vecinos cotillas, incluso a una chica que ha estudiado con ella y que, aunque no se lo crea todo, da por supuesto que la mayoría será verdad. El periodista
acaba creyéndose sus propias mentiras y cree que es una chica fácil y da por descontado que ella quiere acostarse con él. |
, es decir machismo puro y duro. Y así, el autor nos va mostrando el peligro de ese periodismo amarillista que acaba destruyendo a todos a los que ponen en el punto de mira.