Creo que es indudable que está a años luz de las obras maestras de Dostoievski pero he disfrutado de la lectura de El Jugador.
Es una novela corta que refleja muy bien la adicción al juego. Este es un tema bastante de actualidad incluso casi 160 años después, así que es interesante.
Además de eso, el personaje de la abuela me parece maravilloso.
El final me parece bastante acertado:
La conversación con Mr. Astley y a raíz de esta parece que finalmente va a dejar de jugar e ir a recuperar a su amor. Pero antes de eso, nos cuenta una historia de una vez que ganó con tan solo un florín, da a entender que en lugar de ir a Suiza, vuelve a caer en la ruleta. |
En definitiva, no es el mejor libro del autor ni de lejos, pero sí una novela muy ligera que disfrutas leyendo.