Me está gustando mucho, ayer me costó dejar de leer para hacer otras cosas.
Además de la historia, me está impresionando mucho la forma de escribir y la precisión con la que describe a los personajes. Reconozco que con tanto dramatismo como nos dibuja, en otros autores me habría resultado demasiado forzado y sensacionalista, pero Zola consigue que todo me resulte creíble y sin elementos forzados dentro de la historia. Me encanta la forma de ir saltando con suavidad de un personaje a otro contando los impulsos de cada uno casi como si fuese un observador que se limita a mirar.
Una cosa que me ha llamado la atención, son los cambios suavísimos que hace entre un narrador omnisciente o neutral y un narrador subjetivo, como si se pusiese detrás de la espalda de los personajes a decir lo que ven y hacen.
Por ejemplo, estoy pensando en una escena muy concreta en la que los mineros van en comisión a ver al director Hennebeau a su casa. Primero, a la espalda de Hennebeau, describiendo lo que ve, nos dice que entra al salón donde los obreros «hoyaban» con sus botas las alfombras. Luego, poniéndose detrás de los mineros, describe los muebles que los impresionan un poco y cómo a penas se atreven a tocar nada a pesar de que se habían puesto «muy limpios». |
Por otro lado, estoy completamente metido en la historia:
Ayer, estaba atrapado con el giro violento que toma la huelga y la visita de los mineros a las minas donde se sigue trabajando. El momento en que cortan los cables del ascensor y los mineros, incluida Catalina, tienen que subir a pie es muy angustioso. |
Aunque claro, no se llevan nada bien. |