elultimo escribió:Pero es que a mí me gustaría darme cuenta por mi mismo de la psicología del personaje y no que Dosto me la cuente.
Te entiendo, pero tal vez el autor lo hizo con el propósito de crear una idea única de la psicología del personaje, sin dar la opción de que cada lector llegara a su propia versión, individualmente. Claro, de todas formas, es inevitable que cada uno de nosotros tenga su propia interpretación, por más que Dostoievski se empeñara en ser absoluto en eso.
Lo que sí pienso -y esto no tiene nada que ver con las divagaciones de Rasko- es que el escritor bien pudo haber reducido el número de situaciones creadas y, aun así, dar la misma cantidad de elementos en la historia. En la sexta y última parte de la novela, por lo menos hasta donde he leído ya, lo dejaría todo como está, sin sintetizar nada. Fluye todo muy bien, y se disfruta mucho la lectura. Es algo muy ameno y, además, bastante profundo.
Por cierto, en los capítulos 3 y 4 de la sexta parte es muy notable la manera de filosofar, y se percibe en todo momento la ironía en los diálogos. Aquí las intenciones de los personajes son realmente capciosas.