Un año después, al fin lo he leído. Coincido con vosotras en que no está a la altura de
El alcalde,
Tess,
Jude..., pero me ha gustado. He tenido la sensación de que el libro va de menos a más, aunque también me pudo influir el que lo empecé con ciertos prejuicios al recordar que vuestras opiniones no eran especialmente positivas. El caso es que cuando llevaba 100 páginas no había logrado engancharme, y me planteé incluso abandonarlo. Pero me dolía hacerle eso a Hardy, con tan buenos ratos como me ha hecho pasar siempre. Así que decidí continuar, y para mi gusto la cosa empezó a mejorar cuando Ethelberta tuvo ya bien definidos a sus cuatro pretendientes persiguiéndola de acá para allá. Y al final, la verdad es que me lo he pasado bien. Prefiero al Hardy pesimista y sombrío, pero me alegra ver que también intentó la comedia. Y aunque soy dificilillo para hacerme reír (literariamente hablando), sí que ha habido escenas que me han parecido divertidas, como por ejemplo:
cuando en Ruán, en el hotel de la tía Charlotte, empiezan a visitar a Berta todos los pretendientes y los va metiendo a cada uno en una sala distinta para que no se vean; o también lo del burrillo ofendido porque Ethelberta no reconocía haber venido montada en él, etc. |
El final también me ha gustado, con mucha acción, y sobre todo con ese punto tan hardyano de...
que Lord Montclere tuviese a una amante viviendo en la casita oculta en los bosques de su finca; y el quiebro que él le pega a la esposa cuando, una vez casada, trata de escaparse. |