El judio errante - Eugenio Sue

[klatubaradaniktó]

Vamos por la página 975, de 1450 aproximadamente...

La atención se centra, ahora, en los nuevos amores que se han establecido entre Adriana y su primo indio, Djalma... amores inconfesables que pone en evidencia uno de los amigos de la familia, bueno, más bien, de la propia Adriana, el señor de Montbron. A todo esto, el farisaico Rodin está siendo desenmascarado. Su hipocresía va quedando patente. La duda en los lectores persiste, ¿conseguirá llevarse el botín de la herencia hacia las arcas jesuíticas? La novela lleva ya muchos capítulos sin enfrentarse directamente con esa cuestión. Va navegando, eso sí, por asuntos paralelos, relativos en parte a los famosos herederos, pero que no atañen a la cuestión que ha quedado latente: ¿Para quién es la herencia?

Y a todo esto: ¿volverá a salir el judío errante, quien da nombre a la obra, o todo era una vulgar y pretenciosa excusa para poner en marcha la trama novelesca? Me huelo que por ahí van los tiros y que a Sue le sobra el invento del judío despreciativo con Jesús... y que más de una vez se arrepintió de haberle dado cancha...

No sé...

Sigo...

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[klatubaradaniktó]

Página 1080... y sereno...

Voy leyendo, sí... pero la trama no avanza. Nos hemos quedado atascados en ese momento en que la apertura del codicilo prorroga el desenlace... y ahí estamos. Pasar, pasar... sí que pasan cosas, pero creo que prevalece más la necesidad de hacer capítulos y más capítulos de Sue, que la necesidad argumental. Los personajes siguen su curso, con más pena que gloria. Más de mil páginas nos contemplan y más de trescientas nos esperan.

Acabar, acabaré... pero no se sabe cuándo...

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[klatubaradaniktó]

Entro por aquí de nuevo con la idea principal de dejar constancia que he llegado a la Página 1200. Ya dije, insisto en ello, que la trama principal de la conspiración de los jesuitas para quedarse con la herencia está muy abandonada.
Sue se dedica ahora durante cientos de páginas a darnos a conocer pequeños asuntillos que ocurren en las relaciones entre los diferentes personajes. Por ejemplo, uno de los herederos legítimos ha fallecido víctima del cólera. Rodin - quizá de los personajes más relevantes -, también ha contraído la enfermedad, pero, gracias a una maravillosa operación (incomprensible desde mi punto de vista) logra salvar la vida para seguir conspirando (entiendo). El tema amoroso no es despreciado, ni mucho menos, por el folletinista francés. Dos primos lejanos (ambos de la conocida familia y herederos ambos del legado) se han enamorado mutuamente... no obstante, los celos corroen a la chica porque otra ídem aspira a alcanzar los favores de su partenaire... afortunadamente, los malentendidos se solventan con diálogo (¿quién lo iba a decir?) y las cosas se arreglan entre ellos...

En fin... folletín en estado puro...

¿Se nota mucho que estoy deseando acabarla de una vez? Aún doscientas páginas...

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[Gretogarbo]

¿Se nota mucho que estoy deseando acabarla de una vez?

Te sigo y sufro contigo.

[VicenteV]

Creo que no la voy a apuntar en el debe. Un tocho así y ver tu sufrimiento...

[klatubaradaniktó]

¿Se nota mucho que estoy deseando acabarla de una vez?

Te sigo y sufro contigo.

Creo que no la voy a apuntar en el debe. Un tocho así y ver tu sufrimiento...

Dicen que sarna, con gusto, no pica...

Es como lanzarse al proceloso Océano Pacífico con una balsa de madera. Si llegas, eres una heroína. Si mueres, pobrecita, ya se veía venir...

Como sabéis, la compagino con otras cosas...

Resistiré...

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