Ya he leído más que las veces anteriores y me alegro, de momento está interesante.
Me ha sorprendido lo revolucionaria que se muestra aquí Charlotte Brontë,
, en boca de Moore expresa la peor opinión sobre el sistema monárquico, el que una persona herede el título de rey sin tener otro mérito que ser descendiente del rey anterior. Y en aquella época tenía que estar muy en boga tal opinión, pues quien reinaba era el rey Jorge ese tan locuelo
.
Y lo mal que habla Moore de Wellington, el super héroe nacional
Aunque la autora expresa una y otra vez su veneración por los cargos eclesiásticos, no muestra tampoco bajo la mejor luz a los coadjutores, menudo trío en el primer capítulo. un bruto y dos pusilánimes.