Terminada la primera parte.
Después de un inicio un poco desolador con la descripción de la vida de Emily en Londres se produce un cambio, Lady Maria la invita a pasar unos días en el campo, allí, con gran regocijo e ilusión se dirige nuestra heroína dispuesta a pasar unos días inolvidables. Reuniones, fiestas campestres, partidos de tenis, cenas de gala, todo ello contado desde la perspectiva de Emily, asombrada se encuentra de codearse con tan granada parte de la sociedad, hasta un marqués, viudo y forrado de pasta que es el punto de mira de las damas solteras que también están invitadas a la casa solariega.
Emily hace de paño de lágrimas, de chica para todo, se hace indispensable y a la vez es invisible. La primera parte termina
con un final feliz para una de las invitadas, la más necesitada, recibe una proposición matrimonial que salvará a su familia de la indigencia y pondrá al resto de sus hermanas en primera plana para concertar sucesivos matrimonios a cada cual más conveniente. |
La sorpresa viene por parte del marqués que
por fin toma una decisión respecto a su futuro. La escena de la pedida de matrimonio es de antología. Una chica agotada de caminar, con una cesta de pescado y un futuro más negro que la boca de un túnel se ve de repente sorprendida con el anuncio del marqués de querer hacerla su esposa. Por supuesto Emily acepta, es buena, es noble, es honesta, pero no es tonta. |
He leído que se compara a la protagonista con la segunda señora de Winter, yo no lo veo así, pero supongo que vende más si se nombra una historia tan conocida como Rebeca, para mí, hasta ahora y leído solo la primera parte, nada que ver, Emily es una persona buena por naturaleza, la segunda señora de Winter le falta un hervor que solo se produce cuando la tragedia estalla, Emily se busca la vida y va por ella con un optimismo que raya en la santidad, la segunda señora de Winter solo busca el reconocimiento de su amor y siempre está llena de dudas e indecisión, Emily no es indecisa y además es una persona con recursos, limitados, pero recursos al fin y al cabo.
Sigo. Parece que ahora cambia el tono y se avecinan movimientos.